Endesa ha recibido en apenas 36 horas un centenar de llamadas telefónicas gestionadas a través del centro de atención telefónica de averías (CAT) y del registro de la propia web, solicitando la intervención urgente de los operarios de la compañía por incidencias eléctricas provocadas por las fuertes rachas de viento asociadas a la borrasca Celia. En Lanzarote, el municipio de Haría ha sido el que más incidencias ha registrado entre el lunes y el martes, según ha informado la compañía.
Junto a Haría, las zonas más afectadas de Canarias han sido Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, así como Arafo, Tuineje, El Rosario, el sur de Gran Canaria y varias actuaciones en Fuerteventura y en La Palma. Duurante la mañana de este martes aún seguían produciéndose desprendimientos de cables y otros incidentes que requerían de la intervención del equipo de operarios de Endesa, a través de su filial e-Distribución.
La compañía eléctrica apunta que en otros casos se vieron dañados "aisladores, contactos entre los conductores de electricidad, así como fusibles fundidos, a causa de objetos que elevan el vuelo movidos por el viento como plásticos, lonas, entoldados, etcétera". Explican además que normalmente, estos materiales "tocan las líneas y provocan la incidencia".
Desde Endesa señalan que la mayoría de las llamadas procedían de ciudadanos y de los alcaldes y concejales de los distintos ayuntamientos de Canarias, alertando sobre "el desprendimiento de cables sobre la vía pública y de postes eléctricos que se precipitaron peligrosamente al suelo afectando en determinados casos al tráfico rodado". Además, la compañía contabiliza la caída puntual de varias torres metálicas, las más aparatosas se localizaron en los municipios de Moya y Candelaria. Las estructuras eléctricas elevadas fueron literalmente dobladas por la fuerza del viento hasta precipitarse al suelo. Desde Endesa recuerdan que el viento alcanzó en algunos momentos "rachas de hasta 150 kilómetros por hora".
El director del área de Distribución en Canarias, Carlos Lafoz, insistía en "el intenso trabajo al que ha estado sometido el departamento en las últimas horas", como consecuencia de las múltiples caídas de elementos eléctricos a la vía pública, algunos de ellos "poniendo incluso en peligro la integridad de las personas".
“Afortunadamente no ha habido que lamentar daños personales, pero sí es cierto que la tormenta ha ocasionado muchos desperfectos eléctricos como la caída de cables y de varios puntos de apoyo que quedaron completamente doblados. Aclarar que en algunos casos hemos actuado de inmediato, pero en otros iremos atendiendo las reparaciones a medida que mejoren las condiciones climatológicas, puesto que también tenemos que garantizar la seguridad de nuestros operarios”, puntualiza Lafoz.