El Defensor del Alumnado de la provincia de Las Palmas, David Muñoz, ha concedido una entrevista a La Voz para hablar de la situación de la salud mental en las aulas del archipiélago y la falta de auxiliares educativos para atender al alumnado con necesidades especiales.
La Oficina para la Defensa del Alumnado de Canarias se encarga de velar porque se respeten los derechos del alumnado y por la convivencia en la comunidad educativa de las islas. Ante ella, se pueden presentar quejas o reclamaciones sobre casos de vulneración de los derechos del estudiantado y hacer consultas sobre cómo proceder en el caso de sufrir algún problema.
"El poder trabajar la salud mental es uno de los grandes retos para nuestro sistema educativo y nuestra sociedad", comienza David Muñoz en una entrevista con esta redacción.
"Han venido algunas familias interesadas en buscar soluciones o alternativas a la situación de sus hijos e hijas, sobre todo, cuando se dan situaciones relacionadas con trastornos depresivos, ansiedad, o algún tipo de estrés generado dentro del sistema educativo o fuera de él", ha explicado Muñoz durante la entrevista.
Los menores de edad que a través de sus familias llegan a este espacio lo hacen empujados por diferentes situaciones. Principalmente, el acoso dentro de la escuela o problemáticas sociales y familiares, fuera del centro. "Cada vez está siendo más evidente la problemática de salud mental y, de hecho, la Consejería pues ha ido ya incluyendo dentro de sus planes de actuación diferentes acciones formativas para el profesorado de acompañamiento al alumnado y de prevención", ha continuado.
En este punto, desde la Oficina para la Defensa del Alumnado de Canarias han señalado que el aumento de "situaciones o estados de depresión, de ansiedad, de un estrés generalizado en chicos y chicas, sobre todo a edad, temprana", lo que hace es "alertarnos de la situación que también se vive a nivel social".
Así ha incidido en que "no es una cuestión desgraciadamente que solo afecte al estamento del sistema educativo, sino que es una cuestión que va más allá. De alguna manera es un reflejo de lo que está pasando en nuestra sociedad, donde cada vez es más necesario hacer un abordaje integral de la salud mental".
David Muñoz ha indicado que el hecho de que las instituciones deban prepararse para abordar la salud mental es una muestra de "las demandas del siglo XXI" y de la influencia que tiene "la tecnología en nuestra forma de relacionarnos" y especialmente en la población "infantojuvenil".
Para Muñoz, que coincide con las investigaciones de otros expertos ya analizadas por La Voz, "que los chicos y chicas se relacionen a través de las redes sociales genera unos niveles de expectativas, de exigencias y de demanda que muchas veces si no se cumplen, pues genera un estado de frustración y de insatisfacción en un momento en el que se están desarrollando como personas". Además, ha resaltado que "eso es lo que produce al final el tener que incidir o de tener que trabajar más esos aspectos en el sistema educativo para poder también acompañarles en el proceso".
En este sentido, no se puede obviar el papel de la inteligencia artificial en los centros educativos. "La idea es que puedan hacer, no vamos a demonizarla, pero un uso que no le implique una anulación de sus capacidades o una disminución de las posibilidades que tengan de desarrollarse personal y académicamente", ha indicado. Para ello, ha abogado por "una gestión limitada, porque evidentemente han venido para hacernos la vida más fácil, pero evidentemente cuando hay un uso que trasciende a otros niveles y se distorsiona puede convertirse en una perversión".
Para el representante en la defensa de los derechos del alumnado, la forma de atajar los problemas de salud mental desde la educación es "ampliar el espectro académico" de la educación emocional e "integrarla incluso de forma más transversal" en los diferentes niveles y etapas educativas. "Al final se trata de generar destrezas y habilidades en el alumnado que le permitan afrontar todas las situaciones y necesidades y para ello es fundamental que exista una forma integral de la inteligencia emocional".
Al mismo tiempo, anima a los estudiantes a participar en el sistema educativo, a través de asociaciones estudiantiles, de los consejos escolares o en acciones concretas. "A lo que estamos contribuyendo con la participación es a generar bienestar dentro de los sistemas educativos y si generamos bienestar de manera indirecta, estamos repercutiendo positivamente sobre la salud del alumnado y evidentemente sobre el clima de convivencia en los centros", ha defendido.
La falta de auxiliares educativos, el acceso desigual a la educación
El comienzo del curso escolar, de manos de la Consejería de Educación, dirigida por Poli Suárez (PP), ha estado marcado por las críticas ante la falta de auxiliares educativos, que han terminado sobrecargando a las madres con los cuidados y que han hecho que algunos estudiantes con necesidades educativas especiales se vean discriminados al tener que pasar menos tiempo que sus compañeros en el centro educativo. De este modo, la Oficina para la Defensa del Alumnado ha recibido demandas de las familias para que se mejore esta situación.
"Todas se han respondido y se han canalizado en la línea de trasladar al órgano competente de esta Consejería que es la Dirección General de Ordenación para que lo estudie y pueda darle una respuesta a la mayor brevedad posible", ha resaltado.
El Defensor del Alumnado ha señalado que las islas sufren "una cuestión bastante singular" y es que "cada vez tenemos más diversidad. Lo que implica un mayor nivel de exigencia a la hora de poder corresponder a los procesos individuales del alumnado que, a su vez, está integrado dentro del grupo, donde coexisten muchísimas necesidades".
Para concluir, Muñoz ha añadido que "en este panorama multidiverso, cada día tenemos que estar buscando más herramientas, el profesorado tiene que estar buscando más herramientas para poder satisfacer esa demanda, esas necesidades y evidentemente estamos en el camino de ir construyendo y definiendo cuáles son esas necesidades y de ir dando respuesta de manera progresiva".
Además, relaciona el aumento de la diversidad en el aula con "la mayor visibilidad y detección" del alumnado con necesidades especiales. "Tenemos un camino que hacer a la hora de responder a estas necesidades y de ir también generando los recursos dentro del sistema educativo para responder a esta demanda que es cada vez más latente".