Una decena de organizaciones ecologistas y conservacionistas ha enviado un escrito al Ayuntamiento de Teguise oponiéndose a la nueva ordenanza municipal en la que trabaja el Consistorio, que prevé habilitar a voluntarios para alimentar a gatos en la vía pública. Estos colectivos señalan que ya presentaron alegaciones al documento, que se sometió en 2020 a exposición pública, y ahora advierten que no descartan incluso emprender acciones legales “para garantizar tanto la protección adecuada de la biodiversidad insular como el propio bienestar de los gatos”.
En un comunicado enviado por SEO/BirdLife, las asociaciones señalan que existe “un consenso científico sobre la gravedad de los impactos que causan los gatos sobre la fauna silvestre autóctona, especialmente en medios insulares, y que el municipio de Teguise incluye zonas protegidas y de alto valor ecológico”, algunas dentro la Red Natura 2000, “la mayor red de este tipo del mundo y que protege a las especies y hábitats más amenazados de Europa”.
Por eso, consideran perjudicial esa medida anunciada por el Ayuntamiento, que consideran que fomentaría la presencia de gatos callejeros. “El Ayuntamiento estaría priorizando un sistema de gestión que no cuenta con aval científico como medida para reducir el impacto de los gatos en la biodiversidad y que, además, puede suponer un menor bienestar para los propios gatos, dadas las condiciones de vida fuera de los domicilios”, defienden.
Por otro lado, también recuerdan al Ayuntamiento que las colonias de gatos “pueden suponer un riesgo para la salud pública del municipio ya que, en altas concentraciones, los gatos pueden ser portadores de patógenos causantes de diversas zoonosis peligrosas para la fauna silvestre, así como para los seres humanos”. De hecho, sostienen que “el propio Consejo General de Colegios Veterinarios de España la ha indicado así en un informe reciente”.
En las alegaciones que presentaron hace dos años a ordenanza, que sigue sin ver la luz, estos colectivos afirman que proponían “alternativas para la gestión de los gatos, firmado por diferentes profesionales de la ecología y la conservación, incluidos especialistas canarios en dicha problemática”.
Entre ellas, defendían que los gatos asilvestrados/cimarrones de Teguise fueran "capturados y retirados del medio natural, reteniéndolos en instalaciones acondicionadas para ello", es decir, el albergue municipal o la protectora de animales Sara, que habitualmente suele tener desbordadas sus instalaciones.
“En ningún caso deben ser devueltos al medio natural, por el grave impacto que pueden suponer”, añadían, reclamando que “las numerosas colonias de gatos abandonados distribuidas por varios puntos del municipio de Teguise sean retiradas de la vía pública, poniendo los ejemplares en adopción, o bien, aislar estas colonias del resto del entorno construyendo refugios que las alberguen o plantear cualquier otra alternativa que impida que los gatos abandonados puedan entrar en contacto con la fauna silvestre”.
Los colectivos firmantes de este documento recuerdan al Ayuntamiento que es “el responsable legal de los impactos tanto medioambientales como sanitarios que estos gatos ocasionan en su término municipal”, y también que “existe abundante normativa europea, nacional y autonómica que protege a la biodiversidad de Canarias, algo que el Ayuntamiento debe considerar si quiere conservar unos de los valores más significativos de su término municipal, su Patrimonio Natural”.
Entre los coletivos firmantes están ACBC, ATAN, Gohnic, SEO/BirdLife, Abeque, Agonane, Club de Actividades Subacuáticas Pastinaca, SECAC, Grupo de Investigación sobre la Hubara Canaria del Museo Nacional de Ciencias Naturales - Consejo Superior de Investigaciones Científicas (MNCN-CSIC) y Grupo de Investigación sobre el Guirre de la Estación Biológica de Doñana - Consejo Superior de Investigaciones Científicas (EBD-CSIC). Frente a ellos, asociaciones animalistas como Ademal habían aplaudido esa medida anunciada por el Ayuntamiento.