Nahuel García amasa una buena reputación entre los jóvenes lanzaroteños, que acuden a su local de Costa Teguise para cortarse el pelo, confiando en el trabajo y criterio del barbero.
Sin embargo, este uruguayo de tan solo 26 años, afincado en Lanzarote desde que era un niño, ha conseguido diversificar sus horizontes y lanzarse a nuevos retos que compagina con éxito, como la música y la creación una marca de ropa. Incluso ha sacado tiempo para terminar un Ironman.
“Yo siempre he sido muy polivalente para muchas cosas, siempre he tenido muchas inquietudes”, explica Nahuel. “Mi filosofía de vida es no ser el mejor en nada, pero ser muy bueno en todo”.
La barbería, un trabajo que nació de la necesidad
Sus andaduras en el mundo de la barbería comenzaron cuando era tan solo un niño, y se podría decir que su profesión surgió más bien por una situación de necesidad, que por una elección propia.
“Cuando vivía en Uruguay de pequeño sí que pensaba en qué quería ser de mayor, lo típico, bombero o futbolista, pero cuando vine con 7 años a Lanzarote en mi cabeza había mucho miedo y no cabía pensar en qué quería ser, porque estaba preocupado por la situación económica de mi familia”, cuenta Nahuel. “Lo de la barbería fue lo primero que surgió”.
Con apenas 13 años, Nahuel empezó a ganarse la vida cortando el pelo en el salón de su casa. “Empecé a cortar el pelo a amigos y familiares por tres euros”, explica. “Nunca pensé que acabaría dedicándome profesionalmente a ello”.
Mientras acababa el instituto, trabajaba en un establecimiento de barrio de la isla, pero tras finalizar y ante la imposibilidad de hacer una carrera universitaria por el dinero que ello conllevaba, decidió estudiar profesionalmente barbería. “No quería ser simplemente “el barbero de la esquina del barrio”, cuenta Nahuel. Así que tras ahorrar unos meses, hizo las maletas y fue a formarse a Tenerife.
Al volver a Lanzarote, consiguió ponerse en contacto con una peluquera que tenía un local en Costa Teguise y ésta le permitió tener su propio espacio dentro del establecimiento. Un lugar donde comenzó a cortar el pelo a su cartera de clientes y donde terminó echando raíces en un negocio que le apasiona.
“Antes de irme a Tenerife ya tenía un nombre en ese mundo, ya tenía una agenda que me respaldaba, por lo que cuando volví a Lanzarote corrí la voz y mis antiguos clientes no se lo pensaron dos veces”, cuenta el joven. “El resto fue currárselo día a día”.
“La música me permite expresarme como yo quiero”
No obstante, a pesar de que la barbería le llenaba profesionalmente, con el estallido de la pandemia, Nahuel empezó a retomar una de las pasiones que tenía aparcada desde pequeño: la música.
“Me empecé a plantear hacer rap desde que fui a ver una batalla de gallos de Red Bull en Madrid, porque me di cuenta de que tenía la capacidad para hacer lo que ellos hacían”, explica el joven. Pero no fue hasta el confinamiento cuando dio el paso de componer, ya que “no tenía nada que perder”.
Desde entonces empezó a dedicarse al rap de una forma más profesional, creando un canal de YouTube bajo el nombre Nahuel XGS y escribiendo sus propias letras. Ahora cuenta con 7 canciones propias y varias colaboraciones con otros artistas lanzaroteños, como Farray.
“Mi meta es poner Lanzarote en el mapa, que me conozcan y me respeten por la música que hago”, explica. Sin embargo, no todo el mundo valora o entiende el trabajo que hay detrás de cada tema de Nahuel, especialmente en la isla, o al menos así lo ve él.
“Siempre te van a atacar y criticar por hacer algo diferente”, afirma el cantante. “Cuando empecé en el mundo de la música, la gente venía a la barbería y me decía que era el barbero rapero y te tenías que reír, porque entiendes que no van a poder comprenderlo”.
“Reírse siempre se van a reír, la diferencia es que cuando ven que empiezas a tocar en eventos y llenas salas ya te empiezan a tomar más en serio y se ríen menos”, añade.
Nexis, su creación más ecológica y exclusiva
Sin embargo, Nahuel no quiso limitar su vena artística y emprendedora a la música, por lo que decidió crear hace dos años, junto con sus dos amigos y socios, Brais y Víctor, una marca de ropa en Lanzarote.
Así nació Nexis, con prendas unisex 100% ecológicas, camisetas, gorras y sudaderas limitadas que buscan la versatilidad, es decir, servir tanto para salir de fiesta, como para ir al cine o a clase.
“Siempre tuve claro que quería hacer unidades limitadas porque vivimos en una isla donde la gente es más bien básica a la hora de vestir”, explica Nahuel. “Si hago una marca que puede tener cualquier persona no va a llamar la atención, porque la va a tener todo el mundo, esto es un sitio pequeño”.
Además, afirma que “la gente de Lanzarote siempre busca la exclusividad, sentirse especial” y muchos están dispuestos a pagar un poco más por ello.
Ahora mismo, la marca se encuentra en un punto en el que “da dinero”, porque venden todas las unidades, pero esas ganancias se vuelven a reinvertir para “hacer la marca más grande”.
“Podría hacer volumen, ahorrar dinero y hacer muchas camisetas, pero prefiero currarme el detalle por un poquito más de precio y dar un servicio exclusivo”, añade el joven. “Ya iremos creciendo, poco a poco”.
El Ironman, un sacrificio que no volvería a repetir
A pesar de estar centrado en la barbería, en su música y en Nexis, Nahuel no tardó mucho en volver a plantearse un nuevo reto. Tras practicar CrossFit durante años y sumergirse de lleno en el mundo de los triatlones, el joven decidió lanzarse a la piscina este año y enfrentarse a una de las pruebas más duras del mundo: el Ironman Lanzarote.
Con tan solo seis meses previos de preparación, Nahuel se dedicó en cuerpo y alma en sus ratos libres a entrenar para esta competición, compaginándola con sus otras pasiones y negocios.
“Me levantaba a las 6 de la mañana y llegaba a mi casa a las 12 de la noche”, cuenta el deportista. “Te puedo decir en mayúsculas que los entrenamientos del Ironman han sido más duros que el propio Ironman”.
El joven admite que con esos horarios terminaba dedicándole “muy poco tiempo a todo”, por lo que tuvo que dejar muchas cosas de lado para conseguir su objetivo. “Hacer el Ironman me supuso mucho sacrificio, especialmente a nivel familiar, por lo que no estoy dispuesto a volver a pasar por ello”, añade. “Al final no deja de ser un capricho”.
“Cruzar la meta vale la pena, pero en mi caso solo una vez”, opina Nahuel.
“Me gustaría dedicarme a la música, pero nunca dejaré de cortar el pelo”
Para muchos, esta rutina tan ajetreada puede parecer agotadora, siempre con varios frentes abiertos, pero para Nahuel es una de las razones que le hace levantarse cada mañana, ya que odia “perder el tiempo”. “Yo me veo metido en muchas cosas el resto de mi vida, pero me gustaría poder dedicarme a la música”, dice.
“Para mí la barbería lo es todo, pero llega un punto en el que a nivel artístico estás limitado, porque al final la gente te pide que le hagas lo que ellos quieren, y ese punto en la música lo consigo, puedo expresarme como yo quiero, por eso creo que está ganando un poco a la barbería”, explica el joven.
No obstante, a pesar de que sí que le gustaría poder vivir de la música, insiste en que “nunca” dejará de cortar el pelo, porque es lo que realmente le gusta.
En cualquier caso, el joven sí que se plantea abrir nuevos negocios de cara al futuro, pero son proyectos que, por el momento, tendrán que esperar, ya que ahora mismo apunta que no le “acompaña el capital”.
La clave para triunfar es “tener buenas ideas”
El emprendedor explica que siempre va a haber muchísima gente que haga cosas similares o que tengan negocios similares, que incluso va por etapas. En esa línea, sostiene que la clave está en buscar “algo que te diferencie”.
“La gente siempre busca que las cosas tengan un valor añadido, y en mi caso considero que es mi profesionalidad”, añade. “No se necesita mucho dinero para emprender, hay que ahorrar un poquito, sí, pero lo importante es tener buenas ideas”, insiste el joven. “Se pueden tener muy buenas ideas con muy poco dinero”.
Por tanto, Nahuel anima a todo aquel que quiera embarcarse en esta aventura del emprendimiento, aunque sea desde una isla tan pequeña como es Lanzarote, ya que hoy en día las oportunidades son infinitas gracias a internet.
“No tengan miedo, ni a las opiniones, ni a las críticas, ni a lo que puedan decir de ti”, insiste. “Tengan siempre muchas más ganas que excusas”.