Atlán es un activista tinerfeño que decidió, con tan solo 21 años, dar un giro completo a su vida con el objetivo de encontrarse y convertirse en escritor de "grande aventuras". Metió lo enteramente necesario en una maleta y convirtió el caminar en su objetivo, la gente que se cruza en su familia y Canarias en su casa. Actualmente ha recorrido casi todo el archipiélago, y acaba de dar por concluida su ruta por Lanzarote.
“Cuando tenía 19 años estaba en Madrid. Miraba hacia atrás y era consciente de que toda la comodidad y el futuro que me habían dado mis padres buscando lo mejor para mí no me hacían sentir vivo. Tenía muchas preguntas, y en ese potaje mental, lo correcto era ir a la universidad. Cambié tres veces de carrera: Ingeniería Mecánica, Ingeniería Aeroespacial y Ciencias de la Actividad Física”, explica Atlán.
Por ello, “sin saber quién era y sin entender nada”, solo siguiendo la necesidad de “escapar del ruido”, un día "la olla explotó": “Hice un viaje en solitario caminando durante 15 días por La Gomera que me fascinó y volví con la idea de recorrer Canarias a pie”.
Ahora, dieciséis meses después, el joven lleva a su espalda 2.500 kilómetros y entre 7 y 8 toneladas de basura recolectadas.
Atlán señala que esta idea de limpiar las islas surgió posteriormente: “Empecé a aprender sobre lo que realmente es el archipiélago, a conocer su riqueza y con ello, toda la degradación que presenta: vegetación en declive, playas llenas de basura… Y creé el proyecto”.
‘The Atlantic Recycle Walk’, un camino de crecimiento personal y ayuda al entorno
‘The Atlantic Recylcle Walk’ es el nombre que recibe esta idea, con la que el joven ya ha pasado por toda la costa e interior de las islas de La Palma, La Gomera, El Hierro, Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura, La Graciosa y el Archipiélago Chinijo, transmitiendo sus “aventuras” a través de sus redes sociales.
Cada uno de los pasos que ha dado lo ha llevado a sentirse “como un bebé, aprendiendo cada día a vivir de nuevo”.
Ahora, si vuelve a echar la vista atrás y hace un balance de los últimos años, las conclusiones distan mucho de las que obtuvo su “yo” de 19: “He aprendido a conocerme a mí mismo y saber estar conmigo, me he cruzado con personas que se han convertido en mi familia y he profundizado en lo que es Canarias”, destaca Atlán.
Sin embargo, reconoce que, “como en todo en la vida hay momentos duros”, en los que echa en falta “el cariño y preocuparme por alguien que no sea yo”.
“Estoy en un momento en el que necesito dejar de aprender”, cuenta Atlán. “A veces me gustaría reflexionar sobre lo que ha ocurrido sin que siga entrando tanta información en mi cabeza… Tengo ganas de volver a ver a mi familia, a los amigos que he hecho en el camino y pensar con calma en estos años”.
Pero ante la cuestión de si ha pensado en dejar atrás este activismo, no titubea: “No. Al principio me lancé a este viaje sin tener claro lo que quería hacer, pero cuando terminé de recorrer Tenerife lo supe. Tengo muchas ganas de continuar, y solo pararé cuando termine de caminar por toda Canarias”, afirma.
Lanzarote, una situación sorprendente
Y ese objetivo está cerca. Atlán acaba de finalizar su ruta por Lanzarote, y ahora se encuentra esperando a que algún marinero lo ayude a continuar su viaje, ya que siempre intenta moverse en veleros para pasar de un territorio a otro.
El activista indica que hay que diferenciar entre el nivel de basura arrastrado por la corriente marina y el proveniente de personas que tiran residuos en el interior: “Por corrientes marinas en casi todas las islas te encuentras lo mismo, en todas las zonas del norte hay una barbaridad”.
Respecto al espacio conejero, Atlán indica que la situación le ha sorprendido para bien, ya que esta es la isla donde más playas ha limpiado en solitario.
“No he encontrado barrancos que sean vertederos, y aunque desde Los Cocoteros hasta Órzola y de Órzola a Famara hay bastante basura, los pueblos suelen estar muy limpios”, detalla.
Próximo destino: Gran Canaria y multiplicar “aventuras”
Con el recorrido por Lanzarote finalizado, ya solo queda Gran Canaria, donde prevé estar “varios meses”: “Me gustaría terminar antes de fin de año para reencontrarme con mi familia en esas fechas, pero puede alargarse hasta enero”, expone.
Si Atlán mira hacia el futuro, no sabe si extenderá este proyecto hacia otros lugares fuera de Canarias, “porque no sé la proyección que está teniendo el hecho de que recoja basura”, pero sí está seguro de que seguirá caminando.
“Quiero seguir transmitiendo el minimalismo y el amor por la naturaleza, quiero seguir recorriendo y quiero seguir escribiendo. He pensado en ir por la Macaronesia, la costa de África… No tengo claro el destino, pero sí que voy a continuar con la ruta”, avanza.
16 meses de travesía y 0 días sin contaminar
Lo que más llena de orgullo a Atlán de esta experiencia es no haber hecho daño a la naturaleza durante este año y medio, hecho que, tal y como relata, “me ha llevado a reflexionar sobre lo mal que tratamos al medio en el que vivimos, y lo felices que podemos llegar a ser viviendo de forma sostenible”.
Por eso, recomienda a todo el mundo seguir esta filosofía, y les pide que “se permitan perderse”: “Si alguien puede emprender un viaje en solitario que lo haga, porque le va a cambiar la vida. No solo te ayuda a aprender a escoger un camino sino a vivir con mucho menos”, concluye el joven.