La asesoría jurídica del Ayuntamiento de Arrecife forma parte como interviniente del procedimiento judicial que el Juzgado de Primera Instancia número 4 de la capital de Lanzarote sigue contra varias familias del barrio de San Francisco Javier.
Según ha podido saber La Voz, el consistorio capitalino ya emitió en 2022 varios informes de vulnerabilidad sobre sus residentes. Este procedimiento es habitual en este tipo de causas judiciales por desalojo. De esta manera, los Servicios Sociales de la capital transmiten al Juzgado la realidad social y económica de las familias que viven en estos inmuebles.
En este caso, el procedimiento de desalojo de dos bloques de viviendas localizadas en la calle Jaime I de San Francisco Javier afecta, al menos, a 15 familias. En una entrevista con esta redacción, los ocupantes han informado de que hay cinco menores de edad viviendo en estas casas y varias personas enfermas. Asimismo, también hay una mujer víctima de violencia machista, con una orden de alojamiento vigente en contra de su agresor.
"Que venga el Ayuntamiento y que hable con nosotros y nos deje llegar a un acuerdo para pagar. No me voy a ir a la calle con mi hija y no voy a dejar a mi hija en casa de nadie", señala Inés (nombre ficticio) en declaraciones a La Voz. Esta vecina pide al Ayuntamiento de Arrecife que medie para no tener que irse a vivir al coche y tener que dejar a su hija en una casa de un desconocido.
El gran problema de la vivienda
Desde hace años, Lanzarote, como el resto del país, ha entrado en una crisis habitacional, donde los precios de los alquileres y la vivienda en venta no dejan de crecer. Esta situación se agrava aún más porque las instituciones públicas locales estuvieron más de 30 años sin construir vivienda protegida o social, un mecanismo para controlar parte del mercado y conseguir que los precios no suban de forma desorbitada.
A pesar de que en los últimos años se ha dado luz verde a varios proyectos de construcción de viviendas protegidas en la isla, son insuficientes para hacer frente a la demanda. Algunos trabajadores de Lanzarote ya han decidido vivir en autocaravanas para poder paliar la crisis de vivienda.
