La montaña de Teguise está de fiesta en honor a Nuestra Señora de Las Nieves. El pasado viernes a las 18´00 horas comenzaba la primera celebración de la Eucaristía presidida por Juan Manuel Molina, párroco titular de Teguise, que estuvo asistido por Norberto Medina, párroco del municipio de Haría y La Graciosa. Una vez finalizó la Eucaristía el párroco Juan Manuel Molina presentaba a la pregonera Mari Nieves Méndez Perdomo, vecina del pueblo de Teseguite.
Mari Nieves inició su pregón cantando una canción a la Virgen con aíres canarios acompañada de tres amigos folcloristas, Antonio María, Alfredo y Rafael, canción que fue muy aplaudida por el público que abarrotaba la ermita. La pregonera fue relatando muchas de sus vivencias, como por ejemplo que cada mañana con el canto del gallo ya se ponían en pie todos en casa para trabajar en las tareas agrícolas y cuando llegaban a casa mientras los hombres descansaban, las mujeres continuaban trabajando unas con las tareas de la casa y las otras haciendo rosetas para contribuir a la maltrecha economía familiar.
También contó Mari Nieves que cuando se aproximaban la festividad de Las Nieves el viento que bajaba de lo alto de la montaña donde se encuentra la ermita traía olor a fiesta y si la cosecha en el campo había sido buena, ese año se estrenaba vestido nuevo y cuando llegaba el 5 de agosto con las primeras luces del alba ya estaban todos en casa preparándose esperando por el coche de don Alfonso Tolosa. Según relataba la pregonera era un coche de película y para ponerlo en marcha lo hacían a través de una manivela. Recordaba también que por aquellos años no existía el cinto de seguridad ni el número de plazas era tenido en cuenta subiéndose en el coche toda la familia para llegar hasta la montaña por unas carreteas polvorientas y en muy mal estado, pero la la ilusión por ver a a virgen de Las Nieves esos obstáculos no eran tenidos en cuenta.
Contaba Mari Nieves que en los alrededores de la ermita se instalaban los ventorrillos donde solo podían pasar los hombre mayores de 18 años y las mujeres no podían entrar. Las mujeres mayores estaban muy pendientes de pagar sus promesas a la Virgen, muchas de ellas hacían la entrada en la ermita de rodillas hasta llegar junto a la imagen. Las jóvenes paseaban de un lado para otro muy cerca de los ventorrillos a ver si los muchachos se animaban y les acompañaban hasta la orilla del risco donde algunas familias que traían su comida de casa se sentaban para degustarla.
Cuando iba cayendo la tarde se escuchaban los timples y guitarras y algún que otro cantador echarse una isa o folía en los ventorrillos y la juventud se trasladaba a Teguise para disfrutar del baile. Estas son algunas de las anécdotas que Mari Nieves Méndez compartió en el primer día de las fiestas en honor a Nuestra Señora de Las Nieves a celebrar en la Montaña de Teguise.
Juan Manuel Molina, párroco de Teguise, le hizo entrega de un diploma que le acredita como pregonera y un rosario, la alcaldesa del Ayuntamiento de Teguise le entregó una escultura litografiada con la imagen de la Virgen. Acto seguido arrancó la musica con la Coral Polifónica Villa de Teguise que dirige la profesar Nuvi Tavio. Intrepretaron tres composiciones para polifonía finalizando con el Ave María de Franz Schubert, actuación que fue muy aplaudida poniendo así el broche a este primer día de fiesta dedicado a Nuestra Señora de Las Nieves.
