La última temporada arqueológica en San Marcial de Rubicón en Yaiza se ha cerrado con el hallazgo de una necrópolis con diez cadáveres del siglo XV. Las arqueólogas de las universidades canarias Esther Chávez y Macri González, de la Universidad de La Laguna y de Las Palmas de Gran Canaria, respectivamente, que codirigen de forma conjunta para descubrir cómo era la vida en el primer asentamiento europeo en Canarias.
Con motivo del fin de la campaña, Esther Chávez responde a las preguntas de La Voz de Lanzarote. "Ahora hemos tapado todo, lo hemos dejado como si no hubiésemos estado, solo hemos puesto una malla antihierba y encima el jable", narra. Al marchar el objetivo es que no quede ningún elemento identificativo que muestre dónde estaban los muertos o dónde salen los muros. Además se realiza el inventario de las herramientas para que todo quede limpio y se deja todo guardado para la siguiente campaña.
Esta campaña ha sido atípica por dos motivos: el hallazgo de una decena de cadáveres que no esperaban que estuvieran en esa zona y la cantidad de visitantes que ha traído el descubrimiento. "Ha sido bastante estresante por la respuesta que ha tenido la gente. Llevamos cuatro años excavando y no habíamos tenido esa cantidad de gente admirando los resultados", asevera Chávez. En los diferentes periodos de trabajo en el yacimiento de San Marcial de Rubicón se hallaron restos de muros de tapial, los primeros que se documentan arqueológicamente en las islas, casas con pavimentos y huevos para colocar postes y sostener así la techumbre, restos de cerámica, animales, basureros o monedas, pero nada despertó tanto interés como los cuerpos.
"Ha sido muy interesante por el aluvión de gente, que está muy bien que estén interesados en el patrimonio que no deja de ser parte de todos, pero que ha sido una legión constante para el curso de la excavación", atestigua.
Este enclave, situado en el sur de la isla, es escenario de los primeros contactos entre la cultura europea y la cultura indígena de Canarias. Así pues, entre la decena de restos óseos localizados han destacado el hallazgo de tres bebés y un niño, pero donde aún no se puede asegurar cuál es su procedencia. Se desconoce si son colonizadores europeos, majos (aborígenes) o mestizos.
En este cuarto año descubriendo la historia de la conquista de Lanzarote y la relación entre europeos y aborígenes, Esther Chávez explica que han trabajado en varias partes del yacimiento, donde han podido documentar también los espacios de hábita. Asimismo, el equipo de arqueólogos de ambas universidades públicas termina la campaña "contentos por los resultados" y exhaustos por la sobreexposición.
Sin embargo, el trabajo no ha hecho más que empezar. Ahora queda el análisis de los hallazgos del material. También el del ADN de los restos humanos para poder definir así relaciones de parentesco, así como saber si son indígenas o colonos. Además de si en los niños existen mezclas entre ambos, como probablemente suceda. "Todo esto nos va a aportar un montón de información sobre la dieta, patologías, posibles traumas que sufrieron en vida y un fin de información que ahora tenemos que ir descubriendo poco a poco", explica la codirectora de la excavación.
El hallazgo de estos cadáveres no se esperaba por la zona en que se realizaba la excavación. "No ha salido al lado de la iglesia, que era donde se esperaba y sabemos que hay una necrópolis porque los hermanos Serra ahí excavaron un par de tumbas", comienza. La aparición de estos restos se dio en una ubicación inesperada.
"Comenzamos a trabajar en esa zona porque nos llamó la atención una anomalía en el análisis de la geofísica del terreno, así que queríamos comprobarla", apostilla Esther Chávez. De esa comprobación surgió el hallazgo más inesperado de la temporada. Lo que en un comienzo fueron restos óseos de dos personas acabaron sumando hasta una decena. Esta cantidad permite estudiar los patrones y pautas en los enterramientos. "La forma de colocar el cuerpo dentro de las fosas es boca arriba con los brazos cruzados sobre la pelvis, el estómago o bien en el pecho y es una forma de enterrar común en los cementerios cristianos", adelanta la investigadora.
Ahora habrá que esperar hasta la campaña del 2024 para conocer más información sobre el terreno del cementerio, descubrir sus limites y su distribución. Este proyecto tiene lugar desde mediados de septiembre hasta finales de octubre durante cinco semanas.
La arqueóloga finaliza la campaña afirmando que: "Cada vez vemos que es mucho más grande de lo que de lo que se pensaba, porque el yacimiento está delimitado por unas piedras que se pusieron en los años 90 para evitar que el tráfico rodado pasara a la playa porque la gente llega con las caravanas a la playa o se aparcaran sobre los pozos, pero nosotros ya hemos excavado zona al exterior de esas piedras y sigue habiendo yacimiento y como está tan cubierto de arena te impide ver también si existen piedras que pudiesen dar un indicio".
Bajo los metros y metros cúbicos de arena se hallan los restos de la historia de la conquista de Canarias. "Los primeros muertos que aparecieron estaban entre 40 y 50 centímetros de la superficie, pero en esos espacios igual has abierto un fondeo que tiene 10 metros de lado por cinco de ancho, pues ya son 50 metros cúbicos de arena. "Antes de llegar a cualquier lugar tenemos que mover un gran volumen de arena", arranca la catedrática en Arqueología.
El yacimiento de San Marcial de Rubicón fue el lugar al que llegaron los conquistadores. Desde el sur de Lanzarote se produjo el inicio de la conquista de Canarias en un proceso que luego afectó a todas las islas. "Para Lanzarote evidentemente es importante porque fue aquí en las playas de la isla el lugar que eligieron para instalar un primer campamento que nos convierte en ciudad y porque les va a servir de punto para saltar a Fuerteventura, que será la siguiente que se empezará a colonizar", explica Esther Chávez. Además, la historia de la conquista de Canarias cuenta con relatos de los propios conquistadores a través del diario de campaña Le Canarien.
Una investigación arqueológica
En estos trabajos participan no solo las codirectoras del mismo sino grupos de estudiantes de las dos universidades del Archipiélago. "Un objetivo también del proyecto es además de incrementar el conocimiento sobre el yacimiento es que sea también un espacio de de formación para los estudiantes de las universidades canarias", explica la también profesora de arqueología en la Universidad de La Laguna.
En esta ocasión han participado siete alumnos de la ULPGC y seis de la ULL, de esta manera se han ido alternando por quincenas entre el 18 de septiembre y el 20 de octubre para facilitar la logística de la excavación, pero también para aprovechar que los precios están "un poco" más bajos. "Tenemos ciertas dificultades para alojarnos aquí en Yaiza y los precios son desorbitados por lo que podemos alquilar dos viviendas y dos coches lo que significa que son diez personas" las que pueden estar de forma simultánea. "Todo el trabajo arqueológico está muy ligado a la capacidad económica para responder a todos esos gastos", puntualiza.
Los proyectos de investigación se extienden en el tiempo y por ello se alternan periodos de excavación sobre el terreno con otros de hallazgos de los análisis. Además, las profesoras deben volver a sus puestos de trabajo en sus respectivas facultades.
"Ya luego lo tenemos que procesar en el laboratorio y hay que limpiar todo el material, hay que estudiarlo y poner un número de identificación a cada pieza encontrada, hay que seleccionar material para dibujo, para fotografía, otro que tiene que ir al laboratorios para que se hagan las analíticas que corresponden y todo eso es un proceso que lleva tiempo", revela la codirectora.
