Los escolares del Colegio Santa María de los Volcanes-Nazaret se unen para transformar una realidad marcada por la pandemia dentro de su Semana Solidaria. Concretamente, los alumnos de 4º de la ESO han intentado analizar las secuelas que ha ido dejando la Covid en su realidad más cercana, y la soledad es una de ellas.
Parece imposible pensar que ya ha pasado un año desde que se detectaron en nuestro país los primeros casos de Covid19, y desde entonces todo ha sido un ir y devenir de fases, confinamientos, restricciones y medidas que nacieron con el fin de ver morir a esta pandemia.Desde entonces, muchas personas se han sentido solas, en especial jóvenes y adultos mayores. Y la sociedad se ha olvidado de calmar las heridas de un colectivo abandonado, el de aquellos estudiantes que por padecer en algunos casos patologías previas han sido condenados a un confinamiento constante en sus propios hogares. En consecuencia, ello les ha imposibilitado acudir a su centro educativo de manera presencial, y la única ventana abierta al mundo ha sido una pantalla de 15 pulgadas.
Difícil es poder entender cómo se puede sentir un alumno en este encierro, privados del contacto diario con sus compañeros de clase, refugiados en jaulas de oro, cuando al resto de la sociedad le costó superar el primer confinamiento de apenas unos meses .
Así, inmersos en el movimiento internacional, Design for Change, se intenta dar la oportunidad a los alumnos de poder cambiar el Mundo desde su propio entorno, transformando la realidad educativa.
En el año 2001 Kiran Bir Sethi, una madre preocupada por la educación de sus hijos, decide no quedarse de brazos cruzados y funda la Escuela de Riverside en Ahmedabad. Con ella surge en 2009 el proyecto Design for Change, que rápidamente se extiende a nivel internacional a más de cuarenta países, gracias al respaldo de Howard Gardner, la Escuela de Diseño de Stanford, IDEO, y el Instituto de Diseño de la India (NID).
Esta corriente llega a los centros escolares de Lanzarote hace doce años, aterrizando en el colegio Nazaret, generando el cambio desde la voz del propio alumnado que siente las necesidades de su entorno con una mirada más objetiva y con un abanico de soluciones más creativas y prácticas. El alumno descubre que puede llegar a ser un generador de cambio, un miembro activo en la participación ciudadana y transformador de su ciudad.
Hoy, los alumnos de 4º de la ESO se ponen en la piel de su compañero de clase, escuchan su voz entrecortada a través de la tecnología y descubren el testimonio de un alumno que lleva un año confinado sin otro contacto físico que el de sus padres.
Así, intentan hacer la vida más fácil a su compañero diseñando plataformas más versátiles entre los jóvenes, donde se combine el ocio con el apoyo académico. A través de un conjunto de servidores los usuarios pueden intercambiar información, audios, imágenes, vídeos entre otros muchos servicios. Las oportunidades que ofrece esta aplicación la convierten en una candidata excelente para la colaboración entre alumnos, al tiempo que permite compartir música,juegos en línea,calendario, directos, bolsa de mentores, chat de expertos,diario de clase, etc
Por otro lado, los alumnos en formación presencial necesitan tener cerca a su compañero en el aula, trabajar con él a través de grupos colaborativos, por lo que han diseñado un avatar físico, con una cámara frontal, altavoces y con el propio uniforme del Centro, que hacen de estas circunstancias algo más llevadero.
Tomemos estas acciones como punto de partida para que la soledad no nos haga vulnerables, sino miembros de un Mundo más humano, más cercano, menos solo. Y descubramos que la educación debe descubrir que el aprendizaje del alumnado se encuentra en su entorno y que las situaciones de aprendizaje en contextos reales son más fructíferas y enriquecedoras que los métodos tradicionales.
