Los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO), Confederación General del Trabajo (CGT) e Intersindical Canaria (IC) han denunciado este lunes públicamente "el desmantelamiento de la plantilla" de la empresa encargada de la gestión del agua en Lanzarote, Canal Gestión, sospechando que la empresa pretende abandonar el servicio a finales de este año".
Como ya adelantó en exclusiva La Voz, la empresa matriz de Canal Gestión, Canal Isabel II de Madrid, está reuniéndose con diferentes empresas para delegar la gestión del ciclo integral del agua en una tercera entidad privada.
Los tres grupos sindicales han hecho un llamamiento "urgente" a las partes implicadas para que "se pongan todos los medios al alcance para la mejora inmediata del ciclo integral del agua, utilizando el procedimiento de mayor rango posible. Es de extrema urgencia y necesidad para la supervivencia de nuestra isla", ha añadido.
"La crisis hídrica en Lanzarote y La Graciosa es una emergencia que no puede ser ignorada", han continuado, mientras han señalado que "es necesario que Canal Gestión Lanzarote y el Consorcio del agua asuman su responsabilidad y trabajen juntos para implementar soluciones duraderas. La supervivencia de nuestra isla depende de ello".
Los sindicatos han resaltado que "en un contexto de creciente incertidumbre y desconsideración por parte de la dirección de la empresa, los trabajadores de Canal Gestión Lanzarote han demostrado un comportamiento y responsabilidad excepcionales en el desempeño de sus funciones".
A pesar de la "reducción drástica" en el número de empleados, "que ha pasado de 280 a 207, los trabajadores de Canal Gestión Lanzarote continúan esforzándose por garantizar el suministro y la calidad del agua, para los residentes de Lanzarote y La Graciosa". Este esfuerzo es aún más significativo, considerando que "no se han cubierto jubilaciones ni excedencias y las nuevas contrataciones se han limitado a personal de oficinas y responsables de departamento, sin reforzar los departamentos críticos de producción y distribución del agua".
Los tres sindicatos han señalado que "la dedicación de los empleados es evidente en su capacidad para operar con recursos cada vez más limitados". En producción, por ejemplo, han asegurado que "se atiende a mayor infraestructura sobre la que hay que maniobrar, con un 80% menos de personal a costa de unos tiempos de respuesta insostenibles". Mientras tanto, han añadido que "la situación en la distribución es aún más grave, donde la reducción de personal destinado a atender diversas tareas del servicio, ha sufrido una reducción de igual magnitud, con lo que eso está suponiendo para la calidad del servicio".
Comisiones Obreras (CCOO), Confederación General del Trabajo (CGT) e Intersindical Canaria (IC) han añadido que "el departamento de mantenimiento ha sido prácticamente desmantelado, haciendo imposible la mejora y mantenimiento de las infraestructuras, maquinaria y equipos".
Mientras que, el saneamiento "ha sido externalizado por falta de medios y personal" y la depuración "sigue sin dar respuesta a la agricultura y al respeto medio ambiental que debe a una reserva de la biosfera", además de la merma en la disponibilidad de atención presencial y telefónica en las oficinas centrales y en los núcleos rurales. Las tres entidades muestran que estos "son solo algunos ejemplos de la desastrosa situación".
Este contexto de trabajo se ve agravado por "el deterioro progresivo de las instalaciones, lo que ha resultado en cortes de agua más frecuentes y prolongados para los vecinos. Las nuevas plantas de producción instaladas no han logrado incrementar la producción de agua debido a estas deficiencias, un problema crítico en una isla donde el número de abonados se ha triplicado".
La dirección no quiere reunirse con los sindicatos
A pesar de estos desafíos, los sindicatos han añadido que "los trabajadores continúan ofreciendo lo mejor de sí mismos, manteniendo el servicio esencial del ciclo integral del agua". Sin embargo, la negativa de la dirección a reunirse con los representantes de los trabajadores y "la falta de comunicación sobre los rumores de abandono del servicio, han generado una gran incertidumbre y preocupación".
Los tres sindicatos han añadido que "la precariedad laboral sin precedentes, con servicios desmantelados y privatizados, y una calidad de servicio mínima, junto a una ciudadanía que sufre la mayor precariedad del servicio en la historia, enfrentándose a un peligro inminente de desabastecimiento debido a la sobrecarga, el deterioro y la falta de soluciones a problemas fundamentales como las perdidas y la obsolescencia de la red".