El consejero del Cabildo de Lanzarote, Armando Santana, ha expresado su firme oposición al proyecto planteado por el Plan Insular de Ordenación de Lanzarote que pretende ubicar un gran circuito del motor en la zona de la escombrera de Argana.
Según Santana, esta propuesta contraviene los principios de sostenibilidad y desarrollo urbano que debe regir la isla, ya que dicha área estaba destinada originalmente para la creación de un parque de bioretención de aguas pluviales.
“La zona afectada por este proyecto tiene un valor medioambiental crucial. En lugar de un circuito del motor, debería aprovecharse como un espacio destinado a la regeneración ecológica, contribuyendo a la gestión eficiente de las aguas de lluvia y mejorando la calidad ambiental de la zona. Además, debemos pensar en el futuro de los habitantes de Lanzarote, y un lugar como Argana merece ser transformado en una ciudad sostenible, donde vivir sea más cómodo, saludable y respetuoso con el entorno”, afirma Santana.
El consejero también subraya que el desarrollo de un circuito del motor en un área como Argana, iría en contra de la planificación urbanística que debe primar en la isla, considerando que la sostenibilidad y la calidad de vida de los ciudadanos deben ser los pilares de cualquier proyecto de gran envergadura.
Parque de retención de aguas pluviales
Para Santana es "impresionante" cómo el Cabildo puede pasar de la noche a la mañana de un proyecto urbano y territorial "pensado para cuidar el medioambiente como es el parque de bioretención, cuya relevancia, especialmente después de lo sucedido en Valencia, ha cobrado una importancia crucial".
Y ahora, en lugar de apostar por esta solución sostenible, se propone reemplazarla por un circuito del motor. “No podemos seguir considerando que Lanzarote es una plataforma neutra en la que las ocurrencias del político de turno puedan imponerse, simplemente porque en el papel todo parece posible”, añade.
Fue el mismo Cabildo de Lanzarote el que "hasta no hace mucho", al pensar en Arrecife, "fue capaz de abordar sus problemas desde una perspectiva ambiental, transformando las inundaciones en una oportunidad mediante el concepto de "ciudad esponja" y ahora "se empeña en un circuito del motor en ese mismo espacio".
"Este enfoque al que ahora parecen olvidar, no solo responde a los desafíos del agua generando seguridad y aprovechando las lluvias para crear un espacio que articule y conecte barrios, integrándolos con el litoral. Sin embargo, ahora se plantea la idea de instalar un circuito del motor, una propuesta que va en contra de esta visión de sostenibilidad y desarrollo responsable".