Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC) en Arrecife ha querido salir en defensa del árbol de la plaza de San Ginés, específicamente, el ejemplar de casuarina equisetifolia, casuarina australiana o árbol de la tristeza que hoy se encuentra “sentenciado” para ser talado a consecuencia de la inminente remodelación de la plaza Las Palmas.
Para Sheila Guillén, portavoz de las canaristas en la capital, “la sola opción de talar este árbol es una verdadera ocurrencia que debemos parar. No hay razones objetivas ni técnicas que indiquen que no se pueda reformar la plaza sin conservar la vida del árbol”.
Guillén alega que "existe un informe del propio Ayuntamiento de Arrecife que indica que no hay justificación para talar dicho árbol, y que la pretensión del Cabildo va en contra de la ordenanza municipal de jardinería que menciona que 'en las actuaciones urbanas de carácter permanente como creación de paseos, plazoletas, pasos, etc., en zonas donde existen ya especies arbóreas, se cuidará al máximo que además de respetarlas se dote a los árboles con alcorques de suficientes dimensiones para que puedan seguir desarrollándose'".
Las canaristas cargan contra el grupo de gobierno del Partido Popular (PP) y Coalición Canaria (CC) por "la aceptación de este arboricidio sin buscar alternativas y sin dar señal alguna de que les importe la naturaleza y la vida".
“Arrecife no está sobrada de árboles y zonas de sombra para estar talando ejemplares que llevan décadas conviviendo con nosotras. Es de una insensibilidad tremenda que va en contra de los ejes que debieran primar en una isla Reserva de la Biosfera y de la esencia que el propio César Manrique inculcó, que no es otra que la convivencia entre la naturaleza y el ser humano”, señala Guillén, que pide al Consejo de la Reserva de la Biosfera, al Ayuntamiento de Arrecife y la sociedad arrecifeña que luchen por el “indulto” al árbol de la plaza”.
Por otro parte, NC-BC propone que Arrecife se encamine a la consecución de la estrategia 3-30-300, donde cada persona pueda ver al menos tres árboles desde su domicilio, tener un 30% de cobertura vegetal en su barrio y estar a 300 metros de una zona verde de calidad, tal como recomiendan organizaciones como Greenpeace y las Naciones Unidas.
Con todo, las canaristas defienden "una capital que sustituya la dureza del piche por el verde de los árboles".