Nona Perera aprovechó su intervención en el acto central de campaña de Unidas Sí Podemos para anunciar que llevará "la política de protección del patrimonio que desplegó desde la Dirección General de Patrimonio al corazón de Arrecife" para evitar "el borrado de nuestra identidad y memoria colectiva".
Perera, durante su etapa al frente de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, consiguió "la protección integral de la Montaña de Tindaya, uno de los mayores enclaves arqueológicos de todo el archipiélago, después de décadas de lucha desde los movimientos sociales", recuerda.
"Después de muchos viajes a Bruselas, Madrid o Bilbao, la solución la encontramos aquí, entrando al Gobierno de Canarias", comenta. La candidata también destacó "la valentía que había demostrado todo el equipo de la dirección general al aplicar la ley de patrimonio para sancionar por primera vez a un gran promotor que estaba agrediendo patrimonio aborigen en el sur de Tenerife, en Cuna del Alma", recoge. Según la ex directora general, eso abre "una nueva etapa en la que ya nunca volverá a salir gratis destruir nuestro patrimonio", apunta.
Ambos casos, el de Tindaya y el de Cuna del Alma, Perera los describió como "dos de los posibles que tanto nos dijeron que eran imposibles". La candidata felicitó a todos los colectivos que empujaron, estudiaron y lucharon para proteger ambos enclaves y solo con ellos "fue posible y suya es la victoria", deja claro.
Para Nona Perera, la defensa de la memoria y la cultura es fundamental para cualquier pueblo porque "vivir va aparejado con saber quiénes somos, con tener conciencia y conocimiento de por qué estamos aquí", apunta. "Cuidar el patrimonio es cuidarnos a nosotras mismas", afirma.
Muestra de ello, según señaló, es que "cada vez que quieren someter a un pueblo, lo primero que se atacan son los signos de su identidad, acabar con él, expulsarlos de su territorio".
Para concluir, Perera recordó que "hasta ahora nunca el gobierno había usado la obligación que tiene de sancionar a quien agrede nuestra memoria". "El patrimonio no es un arma arrojadiza, es un escudo para proteger lo que somos", concluye.
