Los concejales de Agricultura y Medio Ambiente del Ayuntamiento de San Bartolomé, Raúl de León y Alexis Tejera respectivamente, visitaron recientemente las instalaciones de la molina de José María Gil, que el pasado 19 de julio volvió a moler trigo y granos para convertirlos en gofio.
Según explican desde el Ayuntamiento, han sido dos mujeres empresarias las que han logrado ponerla de nuevo en marcha y hacer "que la calle vuelva a oler a molienda y gofio". Los ediles aprovecharon su visita "para conversar su rato" con ellas, compartir "no sólo tiempo y recuerdos, sino espacio en un sitio tan emblemático como es la molina de Don José María Gil, y poder tener entre sus manos este manjar de nuestra gastronomía tradicional, que es el gofio recién molido".
Desde el Consistorio apuntan que, "aunque la nueva generación que ha apostado fuerte por este proyecto, reconoce que aún queda mucho camino por andar" como industria artesanal, como centro educativo "protegiendo y luchando por el patrimonio", como centro de interpretación y divulgación, y sobre todo como centro social para reunirse y para compartir como antaño, también "han sido días importantes los de este mes de julio, en el que se visualiza tras mucho trabajo parte de este proyecto que da olor a gofio a toda la calle".
Los concejales desearon "todo el éxito del mundo en este entusiasta proyecto" del que afirman que "se han contagiado otras muchas personas que han venido a colaborar, por potenciar nuestras tradiciones y conservar nuestro patrimonio, así como por apostar por este apoyo al sector primario". "Oír latir de nuevo ese gran corazón de piedra no tiene precio", concluye el Ayuntamiento.