Dos personas duermen en un banco de Arrecife. Descansan sobre él pese a las lluvias de este jueves por la mañana. La cruda imagen la ha tomado un lector a las 9.00 horas, cuando "aún estaban cayendo las últimas lluvias". Este lector la ha querido compartir con La Voz porque todavía no puede creerse que esta estampa pueda darse en Lanzarote.
Las dos personas están durmiendo "a la intemperie", en un banco que está ubicado a la entrada de Arrecife, cerca del club de bolas. "Jamás pensé poder ver esta imagen en mi vida en Lanzarote. Una pareja durmiendo en un banco en la calle. Lamentable y triste situación la que estamos viviendo", afirma este lector, que asegura que situaciones como éstas tienen que "parar ya".
Pero, por desgracia, esta imagen se repite en distintas zonas de la capital. Desde Calor y Café, calculan que alrededor de "50 personas" no tienen un techo para dormir en Arrecife. Sin embargo, también insisten en que "el número es mucho menor" que en la "época de La Rocar", cuando muchos indigentes vivía dentro de esta antigua conservera.
La presidenta de Calor y Café, Sor Ana, ha asegurado que lo que sí ha aumentado es el número de usuarios que acuden al comedor social de esta asociación. Antes de la crisis, unas 40 personas solían comer en las instalaciones de la asociación. Ahora, alcanza las 70 personas.
Usuarios lanzaroteños en Calor y Café
A este comedor social acuden usuarios que "ya han estado en anteriores ocasiones, que han dejado de venir y ahora se ven obligados a volver" como consecuencia de la crisis económica. Pero, fundamentalmente, hay gente "nueva", de Lanzarote, que está empezando a comer en esta instalación "por primera vez".
"Los nuevos usuarios son sobre todo familias de aquí. Familias lanzaroteñas que ya no tienen ninguna prestación", ha indicado Sor Ana, que ha explicado "lo que les cuesta" a los conejeros tener que pedir este tipo de ayuda. "No lo pasan bien, porque no es algo normal", ha indicado. En este sentido, ha explicado que muchas veces se "encuentran con vecinos, con gente que conocen". Al principio es "una vergüenza" para ellos, pero al final "se acaba suavizando la situación".
Precisamente por este difícil momento de acudir a un comedor social, Sor Ana cree que hay "mucha gente en Lanzarote que está en necesidad bastante extrema" y, sin embargo, "no pide ayuda porque da vergüenza".