El Ayuntamiento de Haría ha iniciado los trámites para desalojar el kiosko-bar de la playa de La Garita de Arrieta, que lleva años operando con la concesión municipal caducada. “Hay muchos bares de centros socioculturales que están explotando personas sin un contrato en vigor por parte del Ayuntamiento”, ha admitido el alcalde accidental, Víctor Robayna.
Al respecto, afirma que ya habían empezado a trabajar en algunos centros para legalizarlos, como en el de Ye, y que la intención era continuar con todos, pero ahora ha pasado a ser una prioridad el kiosko de Arrieta. El motivo, según Robayna, son las obras que están previstas en esa zona, y que dependen de una subvención del Gobierno de Canarias.
“Tenemos un plazo de ejecución que termina en diciembre de este año y estamos con los tiempos ajustados”, explica el alcalde accidental, que aclara que esas obras de reforma en La Garita requieren quitar el kioko, que tiene varias deficiencias en su estructura.
“Ahora mismo la plataforma en la que se mantiene está bastante deteriorada. Incluso hay unas estructuras metálicas que hay que retirar, y lo que dice la técnico es que hay que desmontar el chiringuito para ponerlo a disposición de la empresa que va a ejecutar las obras, para organizar ese espacio y poner una pavimentación nueva”, ha precisado.
A esto además se sumaban otras deficiencias. “Tenía problemas de aguas grises porque no tenía el tema de los desagües, también tenía problemas con la electricidad y saltaba el diferencial, y hemos ido remendando. No es lo adecuado para una playa. La Garita se merece algo más, con respeto a esas personas que se verán afectadas por desalojar el chiringuito”, ha añadido Robayna.
Podría terminar en los tribunales y dilatarse
Respecto al proyecto que se pretende ejecutar en la zona, tiene un presupuesto de 300.000 euros, de los que el Gobierno canario aportaría la mitad, y el objetivo es mejorar la accesibilidad y hacer el espacio “más diáfano y más integrado”.
No obstante, su ejecución dependerá de que se pueda desalojar primero ese kiosko. De momento, el tema ya se llevó al último Pleno de Haría y ahora el afectado tiene un periodo para presentar alegaciones. “Es la ley, no podemos entrar como Rusia por Ucrania”, afirma el alcalde accidental.
En este caso, el kiosko se licitó en 1992, tras la intervención realizada en la zona por Costas, y desde entonces no se ha vuelto a renovar ni a sacar a concurso. “Es verdad que yo me he sentado con los propietarios del local y le he transmitido la intención del Ayuntamiento. Es decir, que no lo hacemos a espaldas o por sorpresa los propietarios”, aclara.
Sin embargo, no descarta que el tema termine en los tribunales, como ocurrió con el kiosko de la playa de El Reducto de Arrecife. “Supongo que irán a un litigio”, aventura Robayna, abriendo la puerta a una posibilidad que haría imposible cumplir con el plazo de ejecución de la subvención, que termina en nueve meses.
En caso de que consigan llevar a cabo la obra, el alcalde accidental plantea que después podría instalarse un nuevo kiosko “un poco más moderno”, en caso de que Costas lo autorice. “Es verdad que éste era muy sencillo y se ha ido ampliando con el tiempo por parte de los propietarios, y ahora está desfigurado con lo que era al principio”, afirma.
No obstante, insiste en que si se instalara uno nuevo, se tendría que sacar a licitación, “para que todos tengan la misma oportunidad”.
Los centros socioculturales, a la espera de ser "legalizados"
Ese mismo proceso asegura que se irá haciendo con los bares de los centros socioculturales, aunque no ha dado plazos. De momento, afirma que ya iniciaron los trámites en el teleclub de Ye, donde lo primero fue legalizarlo, adaptándolo a la ordenanza de actividades clasificadas, en aspectos como la instalación eléctrica, que es lo mismo que debe hacerse en el resto.
También en Punta Mujeres afirma que pidieron al anterior “propietario” que lo desalojara para adaptar las instalaciones y sacarlas a licitación, mientras sigue pendiente hacer lo mismo en el centro sociocultural de la tegala de Haría, donde ya tienen un proyecto con el Cabildo, y en el teleclub de Arrieta.
Además, también se encuentra en esa misma situación el restaurante de El Charcón, en el muelle de Arrieta. “Cuando llegue el momento estudiaremos toda esa parte”, afirma Robayna, que insiste en que han empezado por el kiosko de La Garita no por “focalizar” en nadie, sino por la “urgencia” de esas obras.
“Las persona que estaba dentro creo que tiene que agradecer que hasta día de hoy haya podido explotarlo, pero también como alcalde y como institución tenemos que darle la oportunidad a todos”, defiende.