"A veces me miro y no me reconozco". Con estas palabras terminó Fernando Becerra su declaración en los Juzgados el 27 de marzo de 2012, cuando se había levantado el secreto de sumario del caso "Unión" y conocía ya todas las pruebas que obraban en las actuaciones contra él. Y en esa declaración, ratificó su primera confesión; afirmó con rotundidad que fue Luis Lleó quien le pidió que actuara como intermediario para ofrecer un soborno a Carlos Espino; y mostró su arrepentimiento.
"En mi vida me he arrepentido de algo más que respecto de eso. Este tema me ha destrozado", afirmó Fernando Becerra, en respuesta a preguntas de su abogado. Según afirmó, cuando estuvo intermediando en este intento de soborno, en un momento empezó a sentirse "asqueado", pero ahora está "más asqueado todavía".
"Luis Lleó estaría mintiendo si negara que se iba a pagar dinero de comisión", confirmó Fernando Becerra en su extensa declaración, cuyo contenido íntegro no había trascendido hasta ahora. En ella, Becerra reconoció los hechos que se le imputan, y que tienen como principal protagonista al otro acusado en esta pieza, Luis Lleó, que intentaba desbloquear el desarrollo urbanístico de la parcela de Costa Roja, a la entrada de Playa Blanca.
A preguntas del fiscal Javier Ródenas, Becerra fue ratificando todos los detalles que ya había dado en su primera declaración, tras ser detenido en mayo de 2009. Una confesión que volvió a confirmar la pasada semana, en una audiencia preliminar en la que aceptó la pena que solicita para él la Fiscalía (un año y medio de prisión y 200.000 euros de multa), y tras la que la juez ordenó la apertura de juicio oral de esta pieza que dio origen a "Unión".
"Me dijo claramente que había un ofrecimiento de dinero"
"Luis me dijo claramente que había un ofrecimiento de dinero, que una parte era para Carlos Espino y otra para mí", por "hacer de mediador", relató Becerra. Según su testimonio, inicialmente, en las primeras conversaciones con Lleó sobre el asunto, "se habló de un porcentaje del 5 por ciento del negocio", o bien de un pago fijo de 400.000 euros, a repartir entre Espino y él, aunque después la cantidad ofrecida llegó a subir hasta los 600.000 euros.
"En mi mente no estaba la palabra soborno, lo concebía como una mera comisión para que Carlos Espino desbloqueara la situación de Costa Roja", afirmó en su declaración. Cuando el fiscal le preguntó si era consciente de que iba a ir al despacho de un cargo público a ofrecerle dinero, Becerra respondió que sí: "Era consciente, pero no sabía la trascendencia que iba a tener a posteriori. Reconozco que un poco inconsciente sí fui por hacerlo".
Según su relato, tras recibir las "instrucciones" de Luis Lleó, Becerra contactó con Carlos Espino, a quien "conocía" previamente, para concertar una reunión que tuvo lugar en el Cabildo. "Fue una conversación cordial. No lo abordé de entrada. Luego al final entré en materia y le dije: Mira Carlos, tengo un amigo, Luis, que tiene una parcela en Playa Blanca, y si se la desbloqueas hay una cantidad de dinero para ti y para mí. Luis paga si le puedes sacar para adelante este proyecto".
En ese momento, Espino "se quedó callado". Becerra recuerda que "no dijo ni sí ni no", pero él tuvo "la apreciación de que eso podía salir". Sin embargo, lo que hizo el entonces consejero socialista fue acudir a denunciar lo sucedido, por lo que las siguientes conversaciones fueron grabadas y la UCO comenzó a realizar un seguimiento de los encuentros y las reuniones entre Becerra y Espino, y de Becerra con Lleó, incluyendo aquella que dio nombre a la causa, en el bar "Unión".
"Recuerdo perfectamente ese momento"
Precisamente en esa cafetería, en una reunión documentada con imágenes captadas por la UCO, Lleó entregó a Fernando Becerra la "hoja de ruta" que debía hacer llegar a Espino, con los pasos que debía seguir desde el Cabildo para desbloquear el desarrollo de la parcela.
"Recuerdo perfectamente ese momento", afirmó Becerra al ver una de las fotografías que le mostraron en el Juzgado, en la que él y Lleó aparecen mirando un documento. "Esa fue la hoja de ruta que me entregó Luis Lleó para dársela a Carlos Espino", "para darle las cosas hechas".
Lo que ni Becerra ni Lleó sabían entonces es que a dos metros de ellos, varios agentes de la UCO vestidos de paisano estaban escuchando su conversación y tomando fotografías de ese encuentro en la cafetería "Unión". Y tampoco que habría grabaciones con los encuentros entre Espino y Becerra, que ahora la defensa de Lleó intenta que sean anuladas, pese a que el propio Fernando Becerra reconoce y confirma su contenido. Al respecto, tal como adelantaba este lunes La Voz, cabe recordar que la Policía Científica también acaba de certificar, en un informe pericial, que en los DVD no hay "manipulación" alguna y que "lo grabado es lo ocurrido".
"Lleó me llamaba a cada momento para que estuviera pendiente del tema"
Tras las primeras reuniones, que comenzaron en mayo de 2008, Espino y Becerra pasaron meses sin verse, mientras la UCO continuaba su investigación y ya había intervenido varios teléfonos de distintos cargos públicos y empresarios por orden judicial, al ir descubriendo nuevos frentes delictivos ajenos a este caso. "¿Por qué desde el 3 de diciembre al 13 de mayo no hubo ninguna reunión con Espino?", le preguntó el fiscal. "En ese momento me estaba cansando, estaba pasando del tema, estaba a lo mío, a mí trabajo", respondió Becerra.
Pero durante ese tiempo, según su relato, Lleó no dejó de insistir. "Me llamaba montones de veces, pero yo ni siquiera le cogía el teléfono. En ocasiones me llamaba para que no dejara el tema de él, de la parcela de Playa Blanca, y para que me reuniera con Carlos Espino", sostuvo en su declaración, en la que afirmó que tras cada reunión, él siempre "llamaba a Luis Lleó para darle cuenta de lo acontecido".
Hasta ese momento, Becerra asegura que no había recibido dinero de Lleó por estas gestiones, ya que lo acordado era que cobraría si finalmente Espino aceptaba la comisión y desbloqueaba la urbanización de la parcela, cosa que no sucedió. "Incluso Luis me llamaba a cada momento para que estuviera pendiente del tema y no me despistara".
Respecto a si fue realmente Lleó quien le pidió que ofreciera esa comisión ilegal o si surgió de él, Fernando Becerra respondió de modo tajante a la pregunta del fiscal. "Yo no tenía un duro, el que tenía el dinero era Luis y además el propietario de la parcela era él".
Lo mismo respondió después al abogado de Luis Lleó, cuando llegó su turno de preguntas y le cuestionó si podía "asegurar con precisión" qué fue realmente lo que le pidió Luis Lleó, considerando que había manifestado no tener conocimiento de temas urbanísticos. "Entiendo que me pidió que hablara con Carlos para desbloquear la parcela de Costa Roja a cambio de dinero. Eso lo entiendo perfectamente", respondió Becerra. "¿Tenía la sensación de que el negocio era un pelotazo?", le preguntó el fiscal. "Sí. Un pelotazo fundamentalmente para Luis".
"Luis me dijo que el Ayuntamiento lo tenía amarrado"
En cuanto a lo que esperaban de Carlos Espino, Becerra explicó que se dirigieron a él para que resolviera la parte que correspondía al Cabildo, porque Luis Lleó le dijo que "el Ayuntamiento (de Yaiza) ya lo tenía amarrado". Al insistir el fiscal sobre este punto, Fernando Becerra reiteró que "lo de Yaiza se lo dijo seguro" Lleó, porque recuerda que "Carlos Espino le dijo que lo del Cabildo no era posible sin el Ayuntamiento de Yaiza".
"Incluso Lleó me dijo que tenía ya una licencia", explicó Becerra, en referencia a la licencia concedida en su día por el ex alcalde José Francisco Reyes, para construir más de mil viviendas y 200 locales comerciales en esa parcela. El propio Espino había presentado una denuncia penal por estos hechos, que dio origen a otra causa que sigue pendiente de juicio, y el Cabildo también había denunciado la licencia ante los Tribunales, que después la declararon ilegal.
Precisamente, esa denuncia también entró en las "negociaciones", cuando Becerra transmitió a Espino que Lleó esperaba un "gesto de buena voluntad" por su parte. "Lo recuerdo perfectamente", confirmó Fernando Becerra en los Juzgados, explicando que lo que le pedían a Espino era que retirara esa demanda, ofreciéndole a cambio otros 30.000 euros. Incluso, Lleó le dio "distintas fórmulas" para hacerlo. Una, "dejar pasar el tiempo para que caducara". Otra, elaborar un informe técnico para hacer desistir al Cabildo del pleito, "con el pretexto de que si seguía adelante y lo perdía, podría hacer frente a indemnizaciones millonarias".
"Dije mil patujadas para convencerle"
En su declaración, Fernando Becerra también explicó que algunas de las cosas que dijo en las conversaciones grabadas por la UCO sí eran de su "cosecha", como las explicaciones que daba a Espino sobre cómo podía "ocultar" el dinero que recibiera de esa comisión. "En todo momento lo que intentaba era ganarme su confianza y además le dije mil patujadas para convencerle de que era fácil".
A preguntas de su propio abogado, Becerra también quiso matizar otras partes de las conversaciones, en las que llegaba a hablar de su hermano, Juan Carlos Becerra, así como de otros cargos del PNL, como Pedro de Armas y José Francisco Reyes, de los que afirmaba que habían formado un "tridente" con el tema de los hoteles de Playa Blanca y de haber "cobrado ya". "Eran bravuconadas mías para ganarme la confianza del señor Espino", aseguró en el Juzgado.