Un año más, este 22 de marzo, se celebra el día Mundial del Agua bajo el lema, propuesto por Naciones Unidas, “Salvemos los glaciares” con el objetivo de concienciar a las sociedades sobre la importancia de la conservación de los glaciares y la necesidad de comenzar a actuar ante la crisis hídrica.
Para Lanzarote y para Canarias es además un día muy especial en un año histórico porque también se conmemoran los 60 años de la inauguración, en la primavera de 1965, de la central de desalación Díaz Rijo. Una instalación que marcaría un hito al tratarse de la primera planta en Europa capaz de transformar el agua de mar en potable.
La instalación y puesta en funcionamiento de esta desaladora produjo un cambio exponencial en una isla que hasta ese momento afrontaba problemas graves de abastecimiento de agua potable, y la que teníamos llegaba fundamentalmente en barcos procedentes de otras islas con recursos hídricos de los que no disponíamos en Lanzarote.
La central lleva el nombre de Manuel Díaz Rijo, el ingeniero naval que, junto a su hermano José y el ingeniero Javier Pinacho, impulsó este proyecto visionario que transformó la realidad hídrica de Lanzarote y facilitó el crecimiento poblacional y del turismo, y mejoró la calidad de vida de los residentes.
Y precisamente, por ser Canarias pionera en desalación, el próximo XIV Congreso Internacional del Agua, organizado por la Asociación Española de Desalación y Reutilización (AEDyR) tendrá como sede las islas, concretamente el Auditorio Adán Martín de Tenerife, entre el 24 al 26 de junio, con el lema ’60 años de innovación en desalación y reutilización’ y Lanzarote será la isla protagonista.
Sin embargo, en esta nueva efeméride del Día Mundial del Agua debemos hacer una reflexión más profunda todos, administraciones, empresas y la ciudadanía en general. La crisis hídrica provocada por la sequía y el cambio climático están afectando de una manera visible al ciclo integral del agua.
Lanzarote también ha sido un ejemplo, precisamente por su necesidad de disponer de agua potable, de lo que llamamos la cultura del agua: maretas, aljibes, acequias… cualquier recipiente, cualquier construcción de ingeniería hídrica tradicional nos ha servido para la captación de agua. Hoy más que nunca debemos mantener esa cultura del agua y volver a reflexionar sobre la realidad de que un consumo responsable beneficia al planeta y nos beneficia a todos.
Afrontamos un año más el Día Mundial del Agua en medio de la declaración de la emergencia hídrica, aprobada en noviembre de 2024 por el Consejo Insular del Agua. Una declaración de emergencia que nos permitirá acceder con facilidad a las inversiones en mejoras de la producción, en reducir las pérdidas en la distribución, y que conlleva también la responsabilidad de todos los ciudadanos para afrontar los desajuste entre producción y consumo que sufren nuestras infraestructuras hidráulicas.
Desde el Consorcio del Agua de Lanzarote estamos poniendo los cimientos para conseguir, en medio de la declaración de emergencia, sentar las bases de un ciclo integral del agua más productivo, que asegure las necesidades de la población las 24 horas del día, los 7 días de la semana, pero que al mismo tiempo sea ejemplo de un modelo sostenible, tanto en la producción como en el consumo.
