La masificación turística inunda ya todos los espacios de Canarias. Hace casi un año, el 20 de abril de 2024, cientos de miles de personas salieron a la calle en el archipiélago para exigir un cambio de modelo turístico, con tres grandes peticiones: la implantación de una ecotasa, una moratoria turística a hoteles y vacacionales, así como la restricción de compra de viviendas por parte de extranjeros no residentes en las islas. Sin embargo, hasta la fecha, ninguna de esas tres medidas se ha aprobado.
Para conocer el impacto que tiene la sobrecarga turística en Canarias y los retos concretos de algunos espacios naturales de Lanzarote, el doctor en Geografía de la Universidad de La Laguna Fernando Sabaté, que ha dedicado su carrera a estudiar los ecosistemas canarios, el valor de la agricultura y las movilizaciones sociales por el derecho a la naturaleza, ofrece una entrevista con La Voz con motivo de su visita a Lanzarote.
Un impuesto para la conservación medioambiental
Este catedrático en Geografía aboga por la implantación de una ecotasa, un impuesto que grave las pernoctaciones turísticas en el archipiélago y que se destine a la conservación de los espacios naturales, que cada vez reciben una mayor presión de visitantes y, al mismo tiempo, defiende que se debe contener el crecimiento turístico "de una vez, porque nos estamos muriendo de éxito".
Tras las movilizaciones del 20A, la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias, en manos del Partido Popular, defendió que el resto de islas debían implantar el conocido como Modelo Lanzarote, es decir, un gravamen que se aplique al acceso a determinados espacios, como ocurre en la isla con los Centros de Arte, Cultura y Turismo.
Sin embargo, este experto señala que la implantación de un impuesto turístico o ecotasa y el pago de entradas a lugares específicos, "pueden coexistir, de la misma manera que uno va a París y en el establecimiento donde se aloja, paga una tasa turística y luego paga una entrada para visitar el Museo del Louvre o tantos otros lugares".
Acerca de este bautizado Modelo Lanzarote, expone que "con toda seguridad, el tándem César Manrique y el Cabildo insular de Lanzarote fue una afortunadísima combinación" entre la administración pública y "el bien colectivo, la creatividad y la inteligencia de un artista como César", pero apunta que "eso no quita que tengamos también muchos problemas, cosas que resolver y revertir".
En este sentido, insiste en que la aplicación de una ecotasa en Lanzarote serviría para rehabilitar espacios, restaurar áreas degradadas de la isla, para dotar a los agentes ambientales y "seguir desarrollando políticas de educación ambiental para todos los públicos" y que estas hay que mantenerlas siempre.

El caso de La Geria, un espacio único en el mundo
Sabaté fue invitado por la Fundación César Manrique para dar un taller sobre La Geria, donde ahondó en los valores de un territorio frágil y la oportunidad social y política para reflexionar sobre los problemas a los que se enfrenta el archipiélago en la actualidad.
Sobre La Geria, expone que tiene un "valor inconmensurable" y lo califica como "el resultado de un momento mesiánico, que se produce después de las conocidas erupciones de 1730 y que cambiaron por completo la historia de Lanzarote". Estas erupciones permitieron "en un territorio desértico, introducir cultivos que normalmente necesitan mucha lluvia y ponerlos en práctica de forma rentable", continúa al otro lado del teléfono. De esta adversidad, los lanzaroteños lograron construir "un paisaje insólito, grandioso e irrepetible" y "reconocido internacionalmente".
A pesar de su incalculable valor, la masificación turística, el abandono del cultivo y la búsqueda de rentabilidad, que desplaza a la agricultura tradicional, están poniendo en riesgo la conservación de este espacio único en el mundo. Sabaté indica que la situación actual de La Geria exige "regulación y gestión" de sus recursos.
Así, ejemplifica que la ecotasa se puede destinar a implementar la vigilancia en la zona, con la contratación de agentes medioambientales, también para realizar estudios e intervenciones en el paisaje, como restaurar y rehabilitar los zocos, además de mejorar el transporte hasta la zona con guaguas públicas para luchar contra la supremacía del vehículo privado.
El geógrafo explica que "la velocidad de tránsito por un territorio tiene que estar vinculada a la calidad de su paisaje". Asimismo, señala que en este espacio se "cometió el grave error de ensanchar y ampliar la carretera del tramo norte", mientras alerta del riesgo que supondría repetir "ese error, en el tramo sur".
Precisamente, en este tramo sur, Sabaté critica la transformación que está sufriendo este paisaje protegido con la introducción de "cultivos en hileras", en lugar del tradicional zoco, una práctica que considera una "perversión" del espíritu original de la zona.
El investigador ofrece algunas ideas sobre cómo podría ser la recuperación de este espacio. Entre ellas, insta a la creación de un órgano específico para "la deliberación democrática", pero también para la gestión de La Geria, que cuente con "cierta autonomía financiera", además de restaurar los ámbitos degradados del paisaje.
A ello suma, la importancia de preservar la memoria democrática de este lugar. "Se nos terminan de ir las personas mayores, que construyeron y trabajaron en ese espacio, que reúnen todo un bagaje de sabiduría, hay que rescatar ese conocimiento, que te ayuda a terminar de entender cómo funcionaba ese paisaje, muchos de sus pequeños elementos, sus detalles", reflexiona.
Sabaté ofrece dos opciones: implementar medidas para luchar contra la desaparición de espacios tan emblemáticos como La Geria o "dejar que se vaya desvaneciendo en el tiempo y lo que construyó el pueblo de Lanzarote en el siglo XVIII, la ciudadanía del siglo XXI verá cómo desaparece".

Repensar la movilidad en Lanzarote
Más allá del caso de La Geria, el Cabildo de Lanzarote ha anunciado que va a realizar una prueba piloto para impedir el acceso con vehículo a privado al Volcán del Cuervo y Caldera Blanca durante la Semana Santa y por un periodo de 15 días. A cambio, ofrecerá guaguas lanzaderas que saldrán cada 30 minutos desde Mancha Blanca.
"En términos generales, no estoy a favor de restringir los accesos a los espacios, salvo en lugares muy frágiles, muy valiosos", añade Sabaté. De este modo, defiende que la accesibilidad "no puede ser siempre de la misma naturaleza" y que "no podemos pretender llegar a todos los lugares en coche, ya sea de alquiler o particular". Así, sin entrar en un caso concreto, añade que limitar los accesos "no significa que no pueda uno terminar por acceder a a ciertos espacios, pero a partir de un punto pues hay que caminar o hay que utilizar un sistema de transporte público".
