Playa Blanca vivió este pasado lunes una emotiva tarde con motivo del inicio de las Fiestas de la Virgen del Carmen, en homenaje a las generaciones de pescadores y su tradición marinera. Y lo ha hecho de la mano del folklore canario y el relato escrito e interpretado por una de sus vecinas, la joven maestra Raquel Rodríguez. Este pasaje ha sido todo un viaje por la historia sureña con la que el pueblo ha reafirmado sus señas de identidad en un encuentro tan significativo para su gente como lo es el jolgorio alrededor de la adoración a la Patrona del mar.
En la fiesta celebrada en el centro La Aurora en la que confluyeron varias generaciones de pescadores y de familias de pescadores, y ya lo decía Raquel Rodríguez, que en Playa Blanca "es difícil encontrar familias de toda la vida que no estén o hayan estado relacionadas con la más que sacrificada actividad productiva, artesanal y sostenible clave en el desarrollo de la localidad, de la que siguen dependiendo directamente unas treinta familias del pueblo", además del valor añadido que "la pesca supone para el sector de la restauración y el turismo local e insular".
De la expresión popular también participaron los niños Abián e Igara, que narraron pasajes de la historia y el acervo cultural de Playa Blanca, como tampoco podían faltar cantares de la tierra, con sentidas letras escritas por vecinos anónimos para esta ocasión, en las voces de Fabio Martín, Jessica Cedrés, Anita y Cristian Morales y Aquilino Martín, acompañados en el toque por un grupo de parranderos del municipio y el baile de la pareja formada por Ana Martín y Rubén Valiente.
Playa Blanca refrescó su memoria a través de este acto organizado por la Comisión de Fiestas del pueblo con el apoyo municipal. El público pasó del patio de La Aurora a unos de los salones del edificio para descubrir la exposición marinera inaugurada por el insigne pescador sureño Blas Francisco Martín González, conocido popularmente como ‘Pacheco’, una muestra montada con mimo por vecinos y vecinas plagada de fotografías, maquetas, artes de pesca y hasta una vieja embarcación artesanal de propiedad de la vecina Dolores Cabrera González.
Recordaba el relato de homenaje al pueblo que el escritor e investigador Agustín de la Hoz decía en los años sesenta que “Playa Blanca es donde sus hombres son todos marineros, curtidos de viento y garúa, muy honrados y poseedores de los más íntimos secretos de su mar”.
Y es verdad, que es necesaria la tarea de transmitir ese legado a la población más joven, nativa y foránea, porque aparte de pescar y enfrentarse con valentía a la mar, que no es poco, y realizar un sinfín de trabajos en tierra, como empatar anzuelos, hacer redes y arreglar el pescado, entre otras tantas, los hombres y mujeres de Playa Blanca fueron enseñados en valores, a depender del trabajo propio y a crear comunidad siendo un pueblo solidario. El Ayuntamiento de Yaiza, representado en el acto por concejales del Gobierno municipal, felicita a la Comisión de Fiestas por esta noble iniciativa y al pueblo entero por su merecidísimo tributo.