El pasado 9 de abril el mar arrasó con algunos muros y paseos del litoral de Lanzarote. El fuerte oleaje causó estragos en localidades como Playa Honda, en Arrieta y en Arrecife, acompañado de un fuerte viento que también generó destrozos en Tahíche o Famara.
Este mismo jueves el Ayuntamiento de San Bartolomé informó de que había concluido de urgencia las labores de reconstrucción de los espacios afectados por el temporal, entre ellos, la caída de un muro en Playa Honda. Sin embargo, tras más de dos meses, el paseo del Muelle Comercial, en Arrecife, frecuentado diariamente por vecinos de la isla y cruceristas, continúa destrozado.
Basta un paseo de unos minutos para comenzar a ver cómo parte de los muros más cercanos al litoral se han derrumbado por la fuerza del mar e incluso, en algunos casos, la parte superior que los cubre ha desaparecido.
Conforme se avanza hasta el muelle Comercial, en el que se reúnen grupos de chinijos y chinijas por las tardes, se pueden apreciar los peores efectos del oleaje. Grandes trozos de piche levantados, huecos en el suelo, muros derrumbados y piedras sin recoger abarcando todo el paseo.
En el lugar no hay vallas ni señales que prohíban el acceso, tampoco cintas de advertencia que eviten que los transeúntes se acerquen a los escombros y puedan sufrir un accidente.
La franja costera entre La Bufona, a la entrada sur de Arrecife, y el Islote del Francés está recogida por el Gobierno de Canarias como uno de los lugares "de riesgo elevado" por la subida del mar. El informe Pime Adapta Costas expone que el tramo de costa, que se extiende durante 2,7 kilómetros, estará afectado por la subida del mar y alerta de los riesgos para el "frente marítimo" de Arrecife, su tejido urbano y económico, paseos, playas y bienes patrimoniales.
Este mismo documento, que data del año 2022, encomienda a las administraciones de la isla a llevar a cabo "una evaluación en detalle sobre los posibles efectos" en el Puerto de Arrecife.