El fin de la pandemia por coronavirus vino de la mano de la masificación turística actual de Lanzarote y de muchos de sus espacios naturales. La posibilidad de hacer trayectos cortos, con menores y accesibles desde las carreteras generales, se suman "al efecto llamada" generado por las producciones audiovisuales y al impulso de las redes sociales.
Este crecimiento desmedido de algunos espacios, como El Volcán del Cuervo y el Charco de los Clicos, está suponiendo un rompecabezas para la preservación del medioambiente, mientras se siguen alcanzando récords de visitantes.
Según el Tomo II del Estudio de la capacidad de acogida en ámbitos de alta intensidad de uso en el Parque Natural de Los Volcanes, elaborado por Gesplan y el Cabildo de Lanzarote con fondos europeos, el Volcán del Cuervo y el Charco de los Clicos duplican en verano sus visitantes.
En cifras, El Charco de los Clicos recibió diariamente el pasado agosto a 2.494 personas y tuvo 1.106 visitas diarias en mayo. Frente a ello, el segundo espacio natural más visitado en la zona, el Volcán del Cuervo, recibió 466 en agosto y 226 en mayo.
El Charco de los Clicos, localizado en El Golfo, copó el pasado verano el 79% de los visitantes que acuden al Parque Natural de Los Volcanes. Mientras que "en temporada baja" recibe un 67%. "El Charco de Los Clicos está llegando a una situación de extrema saturación, que va en detrimento de la calidad de la experiencia", resalta el documento al que ha accedido La Voz.
El citado estudio se basa en analizar la afluencia de visitantes en temporada baja (mayo de 2023) y alta (agosto 2023) de los principales atractivos turísticos del Parque Natural de los Volcanes. Entre ellos, el volcán del Cuervo, Caldera Blanca, el Charco de los Clicos, Caldera la Rilla y Montaña Colorada.
Esta afluencia de personas genera "la pérdida de confort psicológico" entre los propios turistas. Por ejemplo, la investigación revela que un 68% de los turistas sintieron que este espacio estaba masificado durante su visita en verano. Mientras tanto, en El Volcán del Cuervo un 47% también sintió esta masificación el pasado agosto.
La mitad de los representantes encuestados revelaron que las personas estaban demasiado cerca unas de otras, además cuatro de cada diez atestiguó que en el espacio había más gente de la que el lugar puede albergar. Algunos incluso fueron más allá, tres de cada diez abogaron porque las visitas estuvieran restringidas.
En las rutas donde los senderos son más largos, como pueden ser Caldera Blanca, Los Rodeos - Caldera la Rilla y Montaña Colorada los visitantes tienen un comportamiento diferente. Incluso, estos espacios ven decaer la llegada de turista durante los meses de verano.
La saturación de los espacios naturales
Según las conclusiones del documento, uno de los principales problemas de los espacios naturales de esta zona de la isla es la saturación de visitantes en temporada alta. Por ejemplo, en el Charco de los Clicos (o Charco Verde) la mayor afluencia en los aparcamientos se da cuando coinciden diferentes guaguas de excursiones turísticas.
Los vehículos que más personas trasladan son las guaguas de excursiones organizadas, con una media de 60 pasajeros. Estos son más frecuentes en zonas como el Charco de los Clicos, frente a ello en Los Rodeos-Caldera La Rilla acuden más visitantes en furgonetas turísticas, con una media de seis pasajeros.
Esto lleva a que los turistas aparquen fuera de los espacios permitidos, que no se respeten las zonas reservadas para estacionar las guaguas y que vehículos y peatones transiten en el aparcamiento "sin ningún control" con el riesgo que conlleva.
La afluencia masiva de visitantes también produce "un aumento de comportamientos que repercuten negativamente en la conservación del espacio natural". Muestra de ello son los numerosos atentados al medioambiente que ha sufrido en la isla en los últimos meses, desde deportistas saltándose los senderos del Volcan de La Corona, otros deslizándose por la ladera del Volcán del Cuervo o bañándose en la piscina de los Jameos del Agua.
Este estudio recoge que en momentos de saturación, "lo más habitual" es que en estos espacios protegidos los visitantes se salgan de los senderos habilitados para pasear y correr, hacerse fotos, deslizarse por las laderas de las montañas, bañarse en el caso del Charco de los Clicos, verter residuos o "hacer acopio de piedras, rofe, jable o elementos vegetales".
La información como baza para luchar contra los atentados medioambientales
El informe recoge "la falta de información y de concienciación ambiental" como el origen de los comportamientos inadecuados. Así, resalta que los espacios naturales no cuentan con "suficientes" agentes de medioambiente, ni con carteles informativos que indiquen lo que está permitido hacer o no, además algunos senderos tampoco están bien señalizados.
La falta de información se suma a que no existe ninguna figura en el parque que explique la importancia de respetar las normas para la conservación medioambiental ni el verdadero valor natural de los espacios ni de la isla.
La citada investigación explica al Cabildo que deben ofrecerse más paneles informativos, señalizar mejor los senderos, habilitar puntos de información presenciales, reforzar el número de agentes e informar a los turistas de los buenos y malos hábitos al llegar a la isla.
Además, resalta que los trabajadores turísticos consultados señalaron que los visitantes que acuden con guías a estos espacios son más respetuosos porque antes de la visita "realizan una labor de concienciación".
Las redes sociales
Según el Tomo II del citado estudio, tres de cada diez personas acceden a estos lugares empujados por recomendaciones, cuatro de cada diez se informan a través de una página web, un blog de viajes o por las redes sociales. Sin embargo, las páginas web de turismo de Canarias y de Lanzarote solo llegan a un 8% de los visitantes de estos espacios.