Ecologistas en Acción Lanzarote critica y rechaza la promoción del Rallye por parte del Cabildo y de los ayuntamientos, totalmente antagónica a los fines de preservación y cuidado medioambientales que se debiera imponer en la Isla. Consecuentemente, tendría que ser una actividad a desaparecer dentro del panorama deportivo de Lanzarote, no sólo por la emisión de gases tóxicos, sino por la infravalorada contaminación acústica, el riesgo para la fauna silvestre, la disgregación de las unidades geológicas, entre otras. No es compatible patrocinar este atentado, al mismo tiempo, que tienen la desfachatez de promover la sostenibilidad de Lanzarote y La Graciosa.
Ya en el año 2022, la asociación advertía de que en los últimos años, tanto en Lanzarote, como en La Graciosa, del elevado número de eventos deportivos y de ocio, ya sea por tierra, mar o aire, que se han venido celebrando, muchos de ellos, en espacios naturales altamente sensibles como La Geria, El Jable, malpaíses, Risco de Famara, playas, Los Ajaches,... a raíz de la promoción que se realiza por las propias administraciones locales, realzando la espectacularidad del entorno, la biodiversidad, los volcanes, el paisaje o las playas, que conlleva, a su vez, a un incremento considerable de participantes, de turismo y a un gran despliegue de infraestructuras organizativas, cuyas consecuencias ambientales se evidencian en los parajes naturales.
Así por ejemplo, en la Travesía a nado El Río se pasó de 50 participantes a 650, Desafío 8ª Isla de 130 en 2012 a 482 en 2021, Wild Race Lanzarote oferta 600 inscripciones, Haría Extrem con más de mil participantes en 2017, rodajes de películas, reportajes publicitarios, conciertos, etc., a lo que habría que añadir las 332 actividades de turismo activo (rutas en buggies, rutas en quads, cicloturismo, aladeltas, motonáuticas, senderismo,...) registrada en el 2024, según el centro de datos del Cabildo.
Ecologistas en Acción Lanzarote no puede permitir que, como Reserva de la Biosfera y territorio diferenciado por su enorme patrimonio natural, estas desmedidas actividades se desarrollen sin que prevalezca la protección al medioambiente frente a la permisividad y explotación del territorio para fines económicos; considera que hay que limitar la capacidad e intensidad y llevar a cabo estudios de impactos ambientales porque el daño ecológico puede ser irreversible.
Tanto Lanzarote, como La Graciosa tienen que ser un referente mundial por la conservación de su biodiversidad y su patrimonio natural y no por el colapso ecológico por la presión antrópica.