El pasado 8 de julio, las autoridades cerraron la Playa Chica, en Puerto del Carmen, por el despredimiento de una plataforma marina. Tras lo ocurrido, algunas personas informaron sobre "un agujero de 15 metros" que se había abierto en el fondo marino.
Sin embargo, lo que ocurrió fue un desplazamiento de la propia arena que es algo habitual. Jacinto Méndez, buzo experimentado que conoce muy bien esta zona, decidió echar un vistazo en la playa para observar qué es lo que había pasado. "Lo que vi es lo que he visto desde que llevo buceando, un movimiento natural de la arena motivado por las corrientes marinas", comenta Méndez.
Y es que estos eventos naturales no son peligrosos para las personas, solo que hay una mayor profundidad en la zona afectada. Además, el buzo cuenta que el lecho marino va cambiando a lo largo de los años. "Hace siete años, en Playa Chica había dos piedras que sobresalían donde se podían ver caballitos de mar pero actualmente están cubiertas por la arena", explica.
En uno de los vídeos que pudo grabar durante la inmersión, se puede observar un ancla "que estaba enterrada y que llegué a verla hace 12 años más o menos", declara. Por otro lado, también se ve el caparazón de una vieira incrustado en una piedra. "Esto es una prueba de que esto estuvo descubierto hace años pero se ocultó bajo la arena con las corrientes y tras el deslizamiento, ha vuelto a salir a la luz", aclara Méndez.
De hecho, en el Faro de Jandía, en Fuerteventura, también ocurre lo mismo. "Cuando buceas, ves cómo las corrientes han escarbado en la arena y han dejado una especie de pared de composición más compacta de 13 metros de alto por 40 de largo", comenta.
Por lo tanto, se trata de un fenómeno natural e inofensivo que se da en muchas partes del mundo por la fuerza de las corrientes marinas y la orografía del lecho marino.
