Una pasajera tuvo que ser desalojada de un vuelo de Binter este viernes que salió con destino a Tenerife Norte desde el aeropuerto de Lanzarote. El vuelo, que tenía prevista su salida a las 21.50 horas, tuvo que dar media vuelta cuando ya se encontraba en pista y listo para despegar debido a la inconformidad de una mujer ante las indicaciones de no cambiarse de asiento hasta que el avión estuviera volando.
En el avión solo viajaban 22 personas de 68 de capacidad que tiene, por lo que la pasajera se levantó de su asiento y pidió a las azafatas que si podía cambiarse a un asiento trasero donde se encontraba una amiga.
Ante esta pregunta, una de las auxiliares de vuelo le explicó que debía esperar a que el avión estuviera volando para poder cambiarse porque, además, el avión iba con muy poca carga de pasajeros, por lo que contrarrestar el peso es importante.
Ante la negativa, la mujer no se quedó conforme y siguió pidiendo a la azafata poder cambiarse mientras el avión ya rodaba por la pista para despegar. Las dos auxiliares de vuelo hablaban con ella para poder hacerla entrar en razón. Fue en ese momento cuando la mujer sacó fotos a una de las azafatas, según cuentan los pasajeros.
Las azafatas le pidieron que borrara la foto que, incluso, había enviado por un chat de WhatsApp a otra persona. Según testigos, ambas le pidieron ver la carpeta de eliminados para asegurar que la mujer había borrado la imagen donde se podía ver a una de las azafatas. La mujer se excusó diciendo que "solo le había sacado una foto al avión porque estaba vacío y no la dejaban cambiarse de asiento".
"Faltas de respeto no voy a consentir, ahora se baja del avión", dijo con indignación una de las auxiliares de vuelo. Una de las azafatas llamó a los pilotos para informarles de la situación, por lo que decidieron dar media vuelta en la pista cuando el avión ya estaba esperando las indicaciones de la torre de control para despegar.
Cuando el avión ya se encontraba de nuevo estacionado, acudieron agentes de la Guardia Civil y personal de Aena. Las azafatas les explicaron lo que había ocurrido, ante lo que la pasajera argumentó que "estaba nerviosa porque le daba un poco de miedo volar".
Después de hablar con las azafatas, la pasajera y uno de los pilotos, la mujer fue desalojada del avión mientras algunos pasajeros le recriminaban su actitud y le decían que "se baja del avión de una vez" por el retraso que estaba provocando. Finalmente, el vuelo despegó con aproximadamente media hora de retraso.