La presión turística en Lanzarote, la tercera isla más visitada del Archipiélago canario, se refleja en todos sus ámbitos. A propósito del anuncio del Cabildo de Lanzarote sobre el comienzo del trámite para declarar a la isla como zona turísticamente saturada analizamos al detalle el Estudio de la Capacidad de Carga Turística en Lanzarote en el que se ha apoyado la institución para dar este paso. También exponemos cómo esa presión ha influido en el paisaje.
Solo tres archipiélagos, Canarias, Baleares y Hawai, "acaparan cerca del 5% de las llegadas turísticas internacionales". De acuerdo con los datos expuestos en la investigación, elaborada por Gaia Consultores, el Archipiélago canario "duplica la afluencia de llegadas turísticas de Sudáfrica, uno de los grandes destinos de África". Pero, ¿cómo influye esta tensión en el entorno?
El suelo turístico, dos tercios del ámbito residencial
La dependencia del sector turístico en la isla se ve reflejada en cómo se han consumido los recursos naturales para poder satisfacer la demanda. El consumo de suelo es quizá uno de los elementos más visibles. Según los datos difundidos por este estudio, la ocupación territorial del turismo en Lanzarote es equivalente a dos tercios del ámbito urbano residencial. Una proporción entendida como "ciertamente elevada".
El 13% del litoral de la isla es artificial
Asimismo, la demanda del turismo de sol y playa se ha visto reflejada en una apuesta ferviente por ocupar el litoral de las islas. ¿Dónde se distribuyen esas construcciones? "El 42% de la superficie artificializada de Lanzarote se encuentra en el primer kilómetro de costa", algo que se ha incrementado en las últimas dos décadas, de acuerdo a los apuntes del documento. Un reflejo de ello es Playa Blanca (Yaiza), Puerto del Carmen (Tías) o Costa Teguise (Teguise).
Además, la investigación concluye que "el 13% del litoral" insular es artificial. Al mismo tiempo en el que los espacios turísticos dibujan el paisaje de Lanzarote, la superficie cultivada se ha reducido casi a la mitad en una década.
Dependencia total del agua desalada
Para dar respuesta a la demanda de agua, se recurre a la producción de agua potable desalada, con la consecuente quema de combustibles fósiles. "Los recursos híbridos superficiales pueden considerarse nulos y los subterráneos extremadamente escasos con un acuífero salinizado", revela la citada investigación.
De acuerdo con el Anuario Energético de Canarias, el 40% de las emisiones de efecto invernadero de las Islas se dieron en la producción de electricidad. Entre ellas se incluye la producción de agua desalada. En Lanzarote hay cuatro grandes desaladoras y "una pequeña proporción de aguas reutilizadas" que abastecen a la isla y a la actividad turística. En 2022, Lanzarote alcanzó la cifra récord en consumo de agua, 12,27 millones de metros cúbicos, a los que se le añaden dos millones de metros cúbicos de agua reutilizada.
"Estimaciones como la realizada por la Reserva de la Biosfera indican que el consumo turístico (de agua) duplicaba como mínimo al doméstico", asevera la investigación de Gaia Consultores.
Además, la isla solo generó un 11,32% de energía renovable en 2021. Por sectores, el citado estudio revela que el sector de la hostelería es un gran consumidor de la energía de la isla. Al mismo tiempo, el reciclaje de residuos es "muy bajo" en este ámbito.
El vertedero de Zonzamas, cerca del agotamiento
El Plan Integral de Residuos de Canarias (PIRCAN) recoge que el Complejo Ambiental de Zonzamas espera "un importante incremento futuro que hace necesario planificar la adaptación de las instalaciones a las futuras capacidades demandadas". Los picos más altos de generación de residuos se dieron en 2017, el año de mayor afluencia turística en la isla.
Además, las estadísticas recabadas en el análisis de la capacidad de carga revelan que durante los años 2020 y 2021, en los que seguían vigentes las restricciones por coronavirus se generaron un 20% menos de residuos que en periodos turísticos.
Para dar a conocer la oferta alojativa real, la investigación de la capacidad de carga de la isla ha tenido en cuenta no solo los datos de apartamentos y hoteles, sino también los de la vivienda de alquiler vacacional.
Vivienda vacacional, densidad turística y pernoctaciones
La saturación turística u overtourism es un concepto acuñado en 2016 y que cobró fuerza en los principales destinos turísticos urbanos como Venecia o Barcelona. Ya mucho antes, en 2003, Lanzarote había declarado agotada su capacidad de carga.
Asimismo, el Comité Tran de 2018 (Comité de Transporte y Turismo del Parlamento Europeo) definió la saturación turística como "una situación en la que el impacto del turismo, en determinados momentos y lugares, supera los umbrales de la capacidad física, ecológica, social, económica, psicológica y/o política".
El crecimiento de la capacidad alojativa (territorio, impactos sobre el medio natural, agua, energía y residuos) también influye en los efectos de los modelos de movilidad o la definición de infraestructuras.
Cómo ha irrumpido la vivienda vacacional
La vivienda vacacional ha aumentado un 6,5% en dos años. Ya en 2022, había 6.826 viviendas vacacionales en Lanzarote, con 31.396 plazas, lo que supone un 30% de la oferta alojativa de la isla. Basándose en los porcentajes de vivienda vacacional que Mallorca permite en su Plan de Intervención de Ámbitos Turísticos (PIAT), Lanzarote "ha rebasado con creces" su "techo" de vivienda vacacional.
113,5 plazas alojativas por kilómetro cuadrado
Asimismo, la densidad turística, es decir, el número de plazas alojativas por kilómetro cuadrado supone un indicador clásico de capacidad de carga. Actualmente, en la isla "prácticamente se duplica" con respecto a 2001, con 113,5 plazas alojativas por kilómetro cuadrado. En comparación con destinos turísticos como Menorca hay una "densidad superior", aún siendo un destino estacional.
Las cifras de pernoctaciones ni la ocupación recogen datos de la vivienda vacacional. Sin embargo, solo contabilizando los establecimientos hoteleros y apartamentos convencionales se cifran en 21 millones de pernoctaciones en 2017 hasta decrecer por encima de los 18 millones en 2019.
En cuanto a la ocupación, es superior a la media canaria con una diferencia de siete puntos porcentuales en 2022. La ocupación crece desde 2009 y también alcalzó su máximo en 2017 con 79,06% de plazas ocupadas; 75,08% (2019) y 74,18% (2022).
Además en 2019, año de referencia previo a la irrupción del coronavirus, se registraron 220 establecimientos abiertos en la isla. Mientras, la tarifa media por habitación ocupada en establecimientos turísticos era de 99,10 euros en 2022, confirmando una tendencia creciente, es "ligeramente inferior a la media de Canarias y por debajo de Baleares".