La alerta por oleaje de hace dos semanas en Lanzarote se saldó con varias ventanas y puertas de viviendas afectadas en Punta Mujeres, así como con los muros de paseos marítimos rotos en Playa Honda. "Indiscutiblemente estos episodios van a ser cada vez más habituales", comienza el naturalista y consultor ambiental Ezequiel Navío Vasseur en una entrevista con La Voz.
"El problema es que este tipo de impactos, con el incremento del nivel del mar y los temporales costeros, van a ir ganando espacio terrestre y alcanzando mayor superficie en el interior", continúa. Ezequiel Navió fue asesor de cambio climático para la presidencia del Cabildo de Lanzarote entre 2019 y 2023, durante el mandato de Dolores Corujo, y asesor de la misma materia del Cabildo de Gran Canaria entre 2016 y 2019.
Los datos del Instituto de Oceanografía y Cambio Global (IOCAG) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria indican que el nivel del mar en torno a Canarias ha crecido entre 19 y 20 centímetros desde 1927, a causa de la expansión térmica y el deshielo. Además, entre 1983 y 2017, la temperatura oceánica también aumentó en un grado.
Según Naciones Unidas, alrededor del 90% del "exceso de calor asociado al calentamiento global ha sido absorbido por el océano" de esta manera, la temperatura global del mar "ha aumentado 0,9 grados desde la época preindustrial".
A pesar de la urgencia, la mayoría de las administraciones de la isla no están trabajando en un plan de acción para frenar o reducir los impactos de la subida del nivel del mar en Lanzarote. "Nosotros vamos muy tarde, es como que no se quiere ver el problema hasta que nos golpee de verdad con graves daños", resalta.
Ezequiel Navío, que además ha fundado, dirigido y coordinado diferentes proyectos para la preservación de la naturaleza, la lucha contra el cambio climático o contra el tráfico de especies protegidas, asegura que esta situación no es nueva, ni tampoco desconocida en Canarias.
"Estos fenómenos están perfectamente identificados por estudios científicos de las entidades más prestigiosas de Canarias, como las universidades o entidades científicas europeas", resalta el naturalista. Por ejemplo, el informe Pima Adapta Costas, elaborado en 2022 por la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno regional, evalúa el riesgo frente al cambio climático en las costas canarias.
El citado proyecto recoge los tramos de costa de Lanzarote que tienen más riesgo a desaparecer por la subida del nivel del mar. Entre ellos, se hacen dos previsiones, una para 2050 y otra para 2100, ambas contemplan dos escenarios en función de los gases de efecto invernadero que se emitan a la atmósfera.
En Lanzarote, son varios los puntos esenciales que se verán afectados, por ejemplo la central térmica, o la planta desaladora de Las Caletas, el puerto de Arrecife o el aeropuerto. Así, también se verá perjudicada buena parte del litoral de la capital de Lanzarote, las poblaciones de Caleta de Famara, La Santa o Caleta de Caballo.
Además, de espacios de gran valor ambiental como la playa-duna de Famara o la zona de El Golfo. A pesar de ello, la lista es mucho más larga e incluye también 4,5 kilómetros de costa de La Graciosa (desde Caleta de Sebo a La Francesa), entre otros.
Tras conocer esta situación, que recoge la pérdida de 147 tramos costeros en toda Canarias, Navío relata que "si los cabildos y ayuntamientos" no se han puesto manos a la obra "para hacer frente a esta amenaza, el problema es de una inexplicable falta de voluntad política".
"Se sabe que va a pasar y nadie está haciendo nada. Si las Administraciones competentes no tienen en cuenta esta amenaza, este fenómeno y no se ponen a trabajar de inmediato para poder reducir esos impactos, pues es un problema político, es un problema de concepción política, de gobernanza", resalta.
En Lanzarote, los ayuntamientos de Tías y Yaiza ya han concluido sus planes de acción por el Clima de la Energía Sostenible, según informa Navío, que participó en la redacción del plan de Tías. Mientras que adelanta que San Bartolomé, donde también ha colaborado, "está a punto de publicarlo después de muchos meses de trabajo".
El naturalista expone que "los otros cuatro Ayuntamientos [Haría, Teguise, Arrecife y Tinajo] no han dado señales públicas de estar trabajando en ello".
"Al final todo depende de la cultura, del sentido común y de la capacidad que tienen las personas que dirigen los organismos de gobernanza para preocuparse por estos temas. Si hay gobernantes que lo único que tienen en la cabeza es el derroche las fiestas o un programa cortoplacista de gobierno para cuatro años para que se les vuelva a elegir", resalta Navío.
Para atajar la situación de cada municipio, propone crear "trajes a medida" para poder analizar cada caso en particular y ofrecer la mejor solución posible.
En esta línea, indica que "esto pasa también por replantear las ocupaciones residenciales y turísticas en el ámbito costero". Así resalta que, "en muchos lugares no solo no se construye nada nuevo en la costa, sino que muchas infraestructuras y edificaciones que están en el ámbito costero se está trabajando para trasladarlas al interior".
El aumento de las temperaturas
Los efectos del cambio climático no solo traerán consigo un aumento del nivel del mar y los embates costeros, sino que también supondrá "el aumento de vientos de alta intensidad, olas de calor extremo, o el efecto de las islas de calor en los núcleos urbanos, que son perjudiciales para la salud de la población", añade.
El clima canario está sufriendo una progresiva tropicalización. "Estamos viviendo un cambio de temperatura en todo el planeta y por supuesto también afecta a Canarias y además de una forma muy importante al ser un sistema aislado, al ser un Archipiélago, que son territorios más vulnerables".
De cara a la previsión de este año, el consultor ambiental informa de que "se han incrementado muchísimo las posibilidades de que las tormentas tropicales y huracanes estén en los entornos más próximo de Canarias". Como ya ocurrió en noviembre de 2005 con la tormenta tropical Delta.
Según los datos del Observatorio Atmosférico de Izaña, la temperatura media anual de Canarias ha aumentado entre 1,6 y 1,8 grados entre 1916 y 2024. Lo que se traduce en un crecimiento de las temperaturas de 0,15 grados cada diez años. Las previsiones indican que los incrementos de temperaturas sigan creciendo a ritmos más elevados que hasta ahora.
De seguir con la situación actual y no reducir notablemente las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, se superarán las previsiones del Acuerdo de París y se alcanzarán en los próximos 13 años, el aumento de 1,5 grados, según Naciones Unidas.
