Con la lectura del pregón a cargo de la vecina Azucena Rodríguez se iniciaron las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de La Candelaria y San Blas en el municipio de Tías.
Un acto que tuvo lugar en la iglesia con el aforo al completo para dar cabida a las autoridades, familiares, vecinos y amigos.Todos querían escuchar las vivencias y anécdotas de la pregonara, una mujer muy comprometida y querida en el pueblo, siempre dispuesta ayudar a los demás, comprometida con la iglesia en las tareas de catequesis, liturgia y cantos en las celebraciones, toda una artistas de las artes escénicas que forma parte de la compañía de teatro "Lila García" de Tías, donde ha interpretado importantes obras como actriz principal.
Azucena Rodríguez estuvo acompañada en la mesa presidencial por el alcalde de Tías, José Juan Cruz, el párroco de Tías, Adrián Sosa y la concejala de Fiestas Miriam Hernández. La pregonara comenzó su intervención poniendo una nota de humor emulando a los pregoneros de la Edad Media cuando pregonaban las fiestas haciendo uso de la 'turuta', para llamar la atención de ciudadanos, en su lugar echó mano de un megáfono para dirigirse a todos los presentes y así comenzar a relatar sus vivencias y anécdotas.
Una de las anécdotas que contó fue cuando la concejala Miriam Hernández le comunicó que había sido elegida pregonera de las fiestas en esta edición 2025, al momento comenzó a pasar por su mente una especie de película indescifrable, un sin fin de inquietudes, pensamientos y sentimientos encontrados, una mezcla de alegría, ilusión y, sobre todo orgullo por representar a su pueblo. Y al mismo tiempo que miedo al reto, a la responsabilidad de no poder estar a la altura de todo lo que se merece su municipio.
Con relación a las fiestas, Azucena manifestó que son un motivo de encuentro, de compartir, celebrar y festejar, hacer un alto y reflexionar de cómo han cambiado las cosas en el municipio, cómo el turismo que ha traído el progreso, el cambio, la prosperidad y el bienestar, como todo, con el crecimiento y la globalización, ganamos en avances de la sociedad en general, pero también inevitablemente, se pierde la verdadera esencia de un pueblo. De un grupo de vecinos donde todos se conocían y se trataban como una familia que se unía para preparar las fiestas sintiéndose parte de ellas porque la comisión de fiestas estaba formada por los vecinos del pueblo quienes las organizaban y participaban activamente.
Azucena recordaba cómo eran aquellos festivales donde participaban los jóvenes del pueblo, los pases de modelos, la gincana, las carreras de caballos, la elección de la reina y los concursos de la tele como el "Un, dos, tres", y las tan ansiadas verbenas en la sociedad Unión Sur de Tías. La pregonera y su familia siempre han estado vinculados a la iglesia parroquial de Nuestra Señora de La Candelaria, templo que data del siglo XVIII que surge tras las erupciones volcánicas de Timanfaya. Aquí fue donde Azucena recibió el sacramento de la Primera Comunión a la edad de 6 años y recordó con mucho cariño el regalo que le hizo su querida tía Lila '50 pesetas', de ese momento han pasado 60 años. Aquí también contrajo matrimonio, bautizó a sus hijos los cuales han continuado con el legado de su madre. También la pregonera tuvo un recuerdo para los sacerdotes que han pasado por la parroquia, para el vecino Benigno Díaz, Lázaro Martín por seguir conservando las tradiciones tan arraigadas al pueblo, como las novenas de mayo y el portal de Belén por Navidad.
Estas vivencias y muchas anécdotas más compartió la pregonera en una noche muy especial y que siempre recordará. El pregón también tuvo su parte musical amenizada por sus hijos Blas y Ruyman, su hermano Pedro y los vecinos Raico Hernández y Carlos Bonilla que interpretaron un variado repertorio de coplas con aires de folías y polcas. Azucena finalizó su pregón recitando unas décimas de creación propia. El alcalde, José Juan Cruz le hizo entrega de una escultura con el frontis de la iglesia de Nuestra Señora de Candelaria
