El pasado 17 de junio se presentó en el Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria, la novela del autor Lanzaroteño, José Luis García Pérez, titulada "La piedra. Canarios en Texas".
Esta obra ya había sido presentada en la isla de Lanzarote el pasado mes de mayo en el Club Náutico de Arrecife, y al igual que ahora en Las Palmas, con gran éxito de asistencia de público.
El autor fue presentado en tan especial ocasión por Marcial Morera Pérez, catedrático de Filología de la Universidad de La Laguna, director de la Cátedra Miguel de Unamuno y miembro del Instituto Andrés Bello, así como autor de una extensa bibliografía de su especialidad, por lo que goza de una gran prestigio en su campo a nivel regional y nacional.
La intervención de Marcial Morera, fue detallada en cuanto el análisis pormenorizado tanto del aspecto formal como de contenido ficticio e histórico de la novela, haciendo una balance muy positivo de las claras virtudes de la obra del autor lanzaroteño. El filólogo destacó "el uso correcto tanto de las habilidades narrativas como del lenguaje por parte del autor". Morera, que siempre destaca por ser un hombre riguroso en su larga y prolífica trayectoria como lingüista, no dejó de realizar observaciones de cada capítulo de la obra, y en cada uno de ellos detalló que el "autor encontró soluciones óptimas para la final culminación de una excelente obra literaria".
Destacó Morera, también, "el rigor histórico en la plasmación del contexto en que se sitúa la obra, que es el pleno siglo XVIII, pues contrastó los datos de la novela con comparativas de trabajos históricos sobre el asunto que consultó para hacer su erudita y brillante presentación".
El autor, en su intervención, explicó que "era su tercera novela, todo producto de una vocación tardía, pues la primera novela la escribió con el confinamiento 2020 en plena pandemia, después de toda una vida dedicada a otra profesión ajena a la literatura".
Destacó el autor, "el valor de un libro, y lo satisfecho que estaba por contribuir en algo a nuestro panorama cultural regional". Habló de que en marzo de 1730, diez familias canarias se embarcaron hacia el nuevo mundo desde la isla de Tenerife con la intención de fundar una villa real en los denominados entonces Los Texas, los cuales formaban parte del virreinato de Nueva España.
Los lideraba Juan Leal, un hombre de 54 años, que era regidor del Cabildo de Lanzarote y un modesto dueño de tierras. Este hombre es el protagonista de la novela, y de un líder tímido al principio pronto se convierte en un personaje fundamental para entender el espíritu de una gente que no cejó en ningún momento, todo a pesar de las intrigas de las que se hace eco la novela, que las hubo, y de las penalidades que también sufrieron.
Solo de Lanzarote salieron siete familias, la mayoría de los expedicionarios, y fue solo unos meses antes de que estallara el volcán del Cuervo que dio lugar a las erupciones que se iniciaron en septiembre de 1730. Su destino inicial era Tenerife, y allí se le unirían para el viaje final a Los Texas, una familia de La Palma, otra del propio Tenerife, y también una de Gran Canaria, la familia Niz, de Tamaraceite.
Nuestros ancestros y el de los actuales texanos, salieron en marzo de 1730 y no llegaron hasta marzo de 1731, después de una terrible travesía por mar, pasar por Cuba, Veracruz, cruzar Sierra Madre, altiplanicie mexicana, Cholula, Cuautitlán, San Luis de Potosí, desierto de chihuahua, Sierra de Zapalinamé (nieve), Saltillo etc ..., todo hasta cruzar Río Bravo y llegar a las orillas del río San Antonio donde fundan la villa de San Fernando de Bexar, futura ciudad norteamericana de San Antonio.
Pero al margen de la gesta histórica en que se inspira la obra, el autor ha sabido darle contenido ameno y de ficción literario a la misma, y el resultado es una exquisita narración bien hilvanada y de construcción clásica, la cual discurre de manera natural, algo que atrapa al lector, sin remedio, hasta el mismo final de su lectura. Todo sin necesidad de grandes oraciones hiperbólicas o laberínticas, sino de manera sencilla, y siempre sin renunciar a la calidad literaria, algo que destacó el profesor Morera durante la presentación de la novela.