Las fiestas de Tahíche arrancan con el pregón del vecino Martín Domínguez Fontes

A la edad de seis años comenzó sus estudios de Primaria, que muchas veces fueron interrumpidos para poder cuidar a los animales

13 de julio de 2024 (20:22 CET)
Actualizado el 14 de julio de 2024 (09:13 CET)
Pregón de las fiestas de Tahíche
Pregón de las fiestas de Tahíche

Los vecinos de Tahíche están celebrando las fiestas en honor a Santiago Apóstol y a Santa Ana 2024. La celebración arrancó la noche del pasado viernes con la lectura del pregón, a cargo del vecino Martín Domínguez Fontes, en el salón social de la Asociación de Vecinos Santiago El Mayor.

Martín es un vecino muy querido en el pueblo y durante su pregón realizó un recorrido por algunos episodios de su vida. A la edad de seis años comenzó sus estudios de Primaria, que muchas veces fueron interrumpidos para poder cuidar a los animales.

En su intervención recordó con nostalgia el vaso de leche en polvo que le daban en el colegio, sacado de un gran caldero para todos los alumnos y el como el libro Manuscrito, pasaba de un hermano a otro, pero a pesar de todo fue una infancia muy divertida, jugando con los amigos a los juegos tradicionales de la época como el boliche, el trompo, la pelota trapo o al escondite.

Algo muy frecuente eran las guerrillas organizadas entre los barrios de calle Nueva y El Morro o echarse las escapadas para llegar hasta el volcán y coger alguna que otra fruta a escondidas de sus dueños.

Recordaba también Martín aquellas familias numerosas del pueblo, donde cada una el menor número de hijos que tenía era de ocho e incluso algunas pasaban de doce hijos. Algo que a día de hoy es totalmente impensable. El vecino recalcó tambien que, a pesar de tantos hijos, las madres se las ingeniaban para trabajar como leonas y salir hacia adelante.

También contó anécdotas muy simpáticas relacionada con su nacimiento. Cuando fue por primera vez al cine a ver una película del Oeste y no dejó de llorar al ver como los caballos morían a tiros mientras su hermano le consolaba diciéndoles que luego resucitarían. Con solo 11 años comenzó a trabajar en la fabrica conservera Lloret y Llinares para ayudar a la economía familiar.

Una parte muy interesante, y para muchos vecinos desconocida, fue el compromiso adquirido por dos vecinos del pueblo los cuales entregaron a un banco como aval las escrituras de sus casa para comprar el solar y poder así construir el local donde hoy se encuentra instalada la Asociación de Vecinos.

Por suerte todo salió bien, con el compromiso de todo el pueblo decidieron poner una cuota de 1.500 pesetas para trabajar cada fin de semana y el que no podía tenía que depositar la cantidad en la dirección llegando hablar con César Manrique, que se encargó de ayudarles con los planos.

Martín contó como comenzaron aquellas fiestas, donde todos participaban disfrutando de las familias y vecinos con las verbenas, los partidos de fútbol, las procesiones y las comidas especiales.

Martín fue también un destacado deportista muy amigo de José Manuel Ojeda en actividades como las carreras a pie y en bicicleta, consiguiendo importantes premios, campeón de Canarias, medalla de bronce en los Campeonatos de Europa y medalla de bronce en Orense, Galicia.

Martín no quiso terminar su pregón sin antes dejar un mensaje a todos los jóvenes, que no se trata de tener sino de vivir cada momento de la vida sanos y alegres, todo esto y mucho más compartió el pregonero con todos los presentes.

Martín Domínguez estuvo muy arropado por su familia, amigos y vecinos, y con con un "¡viva a Santiago Apóstol y a Santa Ana!", finalizaba su pregón.

Olivia Duque, alcaldesa del Ayuntamiento de Teguise, le hizo entrega de una placa conmemorativa y Doris Duque como representante de la Comisión de Fiestas le entregó un obsequio.

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