El catedrático Duncan Reavey plantea en Lanzarote salir del aula y aprender en la naturaleza

“Hemos olvidado jugar”, dice Duncan Reavey con un artefacto en la mano, una estrella de cinco puntas hecha con madera de avellano de los bosques de South Downs, un parque nacional del sur de Inglaterra

14 de enero de 2025 (15:31 CET)
El doctor Duncan Reavey
El doctor Duncan Reavey

“Hemos olvidado jugar”, comienza el doctor Duncan Reavey con un artefacto en la mano, una estrella de cinco puntas hecha con madera de avellano de los bosques de South Downs, un parque nacional del sur de Inglaterra.

Este catedrático de Educación Ambiental de la Universidad de Chichester es el fundador de la Forest School, un programa formativo que se desarrolla en un bosque con una dinámica de aprendizaje basada “en la libertad para que el alumnado explore el entorno y se descubra a sí mismo y a los demás a través de la curiosidad y la imaginación”.

Lo explicó ayer en la primera parte de las Jornadas de Interpretación que ha organizado el Parque Nacional de Timanfaya, gestionado por la Consejería de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias, con motivo de la celebración de su 50 aniversario.

Esta actividad se desarrolla a lo largo de todo el año y está especialmente pensada para niños de entre 4 y 5 años. Estos pequeños atraviesan cinco fases del aprendizaje: bienestar, toma de decisiones, motivación para establecer sus propios retos, empatía con los demás y desarrollo de habilidades sociales.

Los estudios estadísticos revelan que los niños que han participado en este programa en la naturaleza mejoran sus resultados académicos y adquieren habilidades sociales de manera más rápida: “son mejores en comunicación, escucha, trabajo en equipo y resiliencia”.

La educación infantil no es la única que sustituye los pupitres por los árboles; también el alumnado mayor de edad de la Universidad de Chichester participa en esta Forest School, el escenario perfecto para aprender múltiples saberes: geología, toponimia, extracción de mineral, gestión forestal, dispersión de semillas, especies invasoras, cambio climático y vida sostenible.

La primera fase del aprendizaje pasa siempre por dedicar tiempo a explorar la naturaleza y  conocerse mejor. Esto dispara otras artes como la escritura creativa, el teatro o la composición musical. Los testimonios de los jóvenes, de entre 18 y 19 años, revelan que la experiencia resulta transformadora.

Hannah no esperaba llegar a conocer mejor a sus compañeras de clase en varias semanas en el bosque que durante todo su primer año de universidad. Saskia, que aprendió a cortar madera, hacer fuego y preparar tinta con las bellotas de un roble, dejó escrito: “El poder que te dan las herramientas es increíble… Te hacen sentir un pequeño dios”.

 

 

Tres décadas eligiendo Lanzarote como aula al aire libre

El doctor Reavey lleva casi treinta años organizando viajes educativos a Lanzarote para que el alumnado de la Universidad de Chichester cambie el bosque por la volcánica y atlántica naturaleza insular.

Tomar contacto con un ecosistema tan diferente y tener la oportunidad de hablar con la gente local, “que siente un gran amor y orgullo por su naturaleza”, proporciona a sus estudiantes nuevos aprendizajes.

“Para tener éxito en la vida, tienes que ser bueno haciendo preguntas y en Lanzarote las preguntas surgen solas”, explicó ayer el ecologista y escritor británico.

La conferencia del doctor Reavey está disponible en el canal de YouTube del Parque Nacional de Timanfaya.

Esta tarde, a las 17:00, continúan las Jornadas de Interpretación en el Centro de Visitantes e Interpretación de Mancha Blanca con cuatro ponencias dedicadas a los cuatro parques nacionales de Canarias: Garajonay, Caldera de Taburiente, Teide y Timanfaya.

Los guías intérpretes Jacinto Leralta, Ana León, Ana Ferraz y Cristina Bernar nos hablarán sobre los ecosistemas y pisos de vegetación que existen en estos fascinantes espacios naturales.

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