La forma de hacer turismo ha cambiado desde la irrupción de las redes sociales. Tal es así que los visitantes buscan cada vez más espacios atrevidos y diferentes. En muchas ocasiones, este afán por plasmar la novedad o por seguir las tendencias hacen que los viajeros lleguen a espacios no preparados o frágiles medioambientalmente hablando solo por hacerse una fotografía.
Este es el caso de la ruta de Caldera Colorada, en el espacio protegido del Parque Natural de Los Volcanes. Se trata de un trayecto circular, de tres kilómetros de distancia, donde se rodea una caldera volcánica. Este espacio tiene un sendero habilitado y marcado, en el que se puede apreciar el volcán, una colada de lava que emana del cráter y una gran bomba volcánica.
Es en esta bomba volcánica donde muchos senderistas deciden hacer una parada para retratarse junto a este gran conjunto de piroclastos solidificados. Así pues, estas bombas se forman cuando el volcán en erupción expulsa fragmentos viscosos de lava y pueden ser lanzadas a kilómetros de distancia, según informa el Gobierno de Canarias en su página web.
Según ha denunciado un usuario en Instagram, decenas son las imágenes de personas que se salen del sendero marcado para tomarse una imagen junto a la roca volcánica y publicarla en redes sociales. En algunas ocasiones, llegan a escalarla o a subirse a ella.
"Así de bien tratan algunos de los visitantes de la isla a la bomba volcánica de Montaña Colorada", ha resaltado esta persona. Al mismo tiempo, ha puntualizado que para llegar a esa bomba "hay que salirse del camino y obviamente escalar o subir a la bomba volcánica está prohibido". Para concluir ha indicado que en la zona se puede ver "la erosión causada por las incontables pisadas diarias".
"No quiero pensar en las agresiones diarias al medio natural conejero que no vemos", ha concluido el usuario.