Un lector se ha puesto en contacto con La Voz para quejarse de la importante presencia de vallas, acordonando edificios públicos o privados, que se eternizan en el tiempo. "Es sorprendente algunas soluciones que se suelen adoptar en esta (y otras) ciudades para paliar (que no solucionar) algún problema urbanístico surgido por deficiencias en los edificios. Cito, por ejemplo, un edificio de la Calle Real. Se produjeron desprendimiento de cascotes amenazando la seguridad de los viandantes y, como remedio provisional, se ponen vallas para acotar la zona".
"La medida es del todo correcta, entendiendo que se trata de un remedio provisional para paliar el problema de seguridad existente. Pero... ¿cuánto tiempo llevan instaladas esas vallas? ¿Qué medidas se han adoptado (o se están adoptando) para solucionar de raiz el problema? ¿Es lógico mantener acotado un espacio de uso público por tiempo tan dilatado? ¿Qué tienen que decir los técnicos de nuestro ayuntamiento?"
Por último, añade este lector que "Lo que percibe el ciudadano es una absoluta desidia por parte de quienes deben poner solución al problema, sea la comunidad de propietarios del edificio, sean los técnicos municipales". No basta con poner vallas. Estamos hartos de ver vallas en diversas calles de nuestra ciudad. Estamos hartos de comprobar que las instituciones se muestran incapaces de buscar soluciones para corregir las deficiencias. ¿Hasta cuándo?"