Ya nada nos sorprende en este Lanzarote en el que vivimos. Ni las mociones, ni los cambios, ni los insultos, ni los atropellos políticos, ni las calumnias, ni el pan-para-hoy, ni el sálvese-quien-pueda, ni el despilfarro, ni las incompetencias...
No sólo en Lanzarote, sino a todos los niveles, se ha perdido el concepto de la honradez. Sí, aquel valor que hacía que el sentido de la palabra dada traspasara el tiempo y las circunstancias e hiciera que las personas cumplieran con un código de honor invisible pero latente. Alguien me dijo hace algún tiempo que .."hay tres cosas que nunca vuelven: la flecha lanzada, la palabra pronunciada y la oportunidad perdida".
Ojalá no nos echemos las manos a la cabeza para lamentar el no haber hecho algo por salvar el futuro de la formación turística en la Isla.
Ojalá llegue un día en que no lamentemos el hecho de que teníamos una Escuela de Hostelería y no supimos conservarla.
Ya nada nos sorprende en esta Isla de Lanzarote. Se devanan los unos a los otros por conseguir más subvenciones europeas, más ayudas para enriquecimiento personal, másparte del pastel, sin considerar lo más mínimo la sensatez de un proyecto que ha demostrado, y sigue demostrando a pesar de los obstáculos que tiene que sortear, que tiene mucho que decir a nivel de formación en la Isla. Pero...¿qué pueden argumentar ahora para no poner solución al problema de la Escuela? Absolutamente nada. Nada de nada, porque no existe ni la más remota razón para que el proyecto de la Escuela no siga hacia delante. Pero mientras, intentamos crear universidades privadas, convenios multimillonarios, sacando recursos para proyectos partidistas y populistas que otorguen votos, votos, votos. Pero no se olviden que la Escuela de Hostelería no es sólo cosa de unos cuantos locos que seguimos pensando que la Hostelería en la Isla es importante y que la Escuela de Hostelería no debería cerrarse. Somos más de 5000 personas que han ratificado con su firma el apoyo unánime a un proyecto de futuro. Pues bien, si lo que importan son los votos, ahí van 5000.
Ya no nos sorprende nada en Lanzarote. Vivimos en un estado de anestesia generalizada que nos convierte en zombis sociales que no se inmutan por lo que ocurre alrededor.
Ya no nos sorprende nada de esta Isla. A lo mejor piensan que desistiremos en la lucha o que nos terminaremos aburriendo y dejaremos el barco a la deriva, o que caeremos en la misma desidia que ellos demuestran diariamente, pero no creo que eso ocurra, porque existen valores inocuos que no se pueden explicar pero que hacen que aunque esté todo perdido en apariencia se siga defendiendo a ultranza.
Y aquí seguiremos, hasta que alguien se una a nosotros, hasta que el proyecto se solidifique, hasta que podamos mirarnos los unos a los otros y decirnos, ¡qué pasada, lo que hemos conseguido con nuestra iniciativa y coraje!. Hasta convertirnos en una cantera de profesionales del turismo y hostelería para esta Isla que está pasando por el eclipse de la dejadez.
FIRMADO TRABAJADORES DEL PEEHL