Opinión

¡Votadme!

Estimados ciudadanos, se acercan los próximos comicios electorales y por primera vez van ustedes a tener una oportunidad única en la historia de la democracia Española. Tras más de tres décadas de mentiras y engaños, les voy ofrecer la posibilidad de ir a las urnas a depositar el boleto de la sabiduría, de la cordura, votando al primer político honesto y honrado que va a presentarse desde que se realizan elecciones democráticas en este país: un servidor.

Les voy a dar la oportunidad de elegir a un político que va a cumplir el 100% de su programa electoral, que nunca mentirá o traicionará a sus electores, que se esforzará a diario para cumplir sus promesas. Pero... ¿Qué es un programa electoral? Un programa electoral es un documento por medio del cual un partido político o una agrupación concurre a unas elecciones y se compromete a cumplirlo si sale elegido. A estas alturas saben ustedes que todos los partidos establecen programas electorales y una vez elegidos los candidatos se apresuran en olvidar rápidamente todo lo escrito en estos valiosísimos documentos. ¡Eso conmigo no pasará! Para empezar en mi partido no habrá que darse de alta ni ser militante, no señor. Soy Presidente y miembro único del Excelentísimo Partido por el cual le invito a votar.

Estando solo, elimino el problema del delfín traidor que conspira para ser jefe en lugar del jefe. Tampoco tendrán que pagar cuotas mensuales o anuales. No tendremos reuniones de comité local que siempre caen los miércoles, día habitual de Champions (¡A quién se le ocurre!). Lo único que les pido, queridos conciudadanos, es votarme el día de las elecciones y luego les dejaré en paz durante cuatro años. Por consiguiente, les desvelo mi programa: Prometo, una vez elegido, dedicarme cada día a enriquecerme personalmente. La vida es corta, carpe diem, ya saben. Prometo, una vez elegido, dedicarme cada día a enriquecer a mi familia y mis amigos. Por eso de que dicen que sólo es uno feliz si reparte felicidad. Pues eso. Prometo, una vez elegido, acumular una pequeña fortuna, que me permitirá recompensar a todos los que me habrán ayudado a conseguir la victoria. Porque la gratitud es una de las mayores virtudes que existen. Prometo, una vez elegido, disfrutar de la libertad de enchufar a quién me apetezca, porque mi criterio es inviolable y superior y eso ustedes no me lo pueden discutir. Prometo, una vez elegido, alcanzar la igualdad social: todos los ricos serán igual de ricos y todo los pobres serán igual de pobres. ¡Todos contentos! Prometo, una vez elegido, establecer una soberanía justa, es decir, ejercer mi autoridad como ley. Mi madre dice no hay persona más justa que yo, y les reto a que la contradigan.

Prometo, una vez elegido, recuperar las tierras para especular y venderlas a amigos cercanos que se dedican a la construcción. El sector está difícil, ¡Y no me digan que un hotel con spa no va a alegrar la vista de los campesinos! Y prometo, una vez elegido, mantener la democracia viva. Todos los ciudadanos tendrán siempre el derecho de quejarse y criticar. Es más, el pueblo tendrá el derecho de manifestarse cada sábado y domingo delante de mis oficinas sin pedir autorización legal y podrá tirar sobre la fachada del edificio objetos y alimentos varios. No permitiré que sus quejas queden sin respuesta y les prometo enviar a los mejores antidisturbios que el gobierno pueda ofrecer para que pasen una gran tarde llena de anécdotas con olor a gas lacrimógeno. ¡Si tienen suerte hasta puede que salgan en las noticias!

¿Les queda duda alguna? Saben que no. Queridos conciudadanos, no fallen esta fantástica oportunidad de elegir al primer político que cumplirá integralmente su programa. No se la jueguen y eviten sorpresas. Voten a BERNARD GAZIELLO. Ni les voy a dar las gracias porque saben perfectamente que les estoy haciendo un favor.