Opinión

Una visión optimista y de esperanza

 Lejos del discurso del miedo, del querer mostrar a las izquierdas como el lobo comunista con piel de cordero, mi dialéctica va un poco más allá. Yo quiero hablar de esperanza, de futuro, de una visión optimista que nos saque de una vez de este pozo crítico que nos deprime. No es fácil, no es nada fácil conseguir estabilizar un país, lograr que nuestro archipiélago recupere el puesto que merece en la historia, ese triángulo de influencia entre la vieja Europa, África y América… este paraíso maravilloso que deseamos, cada vez más, atraiga turismo de calidad, este pueblo decente, trabajador, cariñoso y entregado, capaz de ofrecer hasta lo que no tiene…

Mi mensaje es claro, pero no necesito gritarlo, es el momento de la unidad, de saber que todos sumamos, aportamos y somos piezas indispensables para que nuestra isla de Lanzarote y el resto de hermanas salgan a flote y luzcan en medio de este nuestro Atlántico que tanto nos ofrece.

Es momento de arrimar el hombro, de empujar todos del mismo lado de la cuerda para derribar el caciquismo, la delincuencia de guante blanco, las viejas políticas que benefician a unos pocos en detrimento del resto. Es hora de reír, de respirar hondo, de recuperar la alegría, de luchar a brazo partido por revitalizar nuestra economía, porque la agricultura, la pesca, las energías renovables que tanto tienen que ofrecernos sean nuestra mejor salida, frente al ladrillo y el turismo de baja calidad.

Que la educación y la sanidad sean columnas sólidas para que nuestras hijas e hijos tengan más y mejores oportunidades de las que hemos tenido hasta ahora. Para que nuestros mayores no estén abandonados a su suerte, para que las pensiones lleguen a fin de mes y para que tengamos una justicia que empuñe la ley contra los corruptos.

Es hora de luchar unidos contra ese titán que se nos ha presentado como un bipartidismo vencido, contra esos que pactan y luego no nos representan en Madrid.

Es el momento adecuado para que quienes formamos la sociedad salgamos a la calle, tomemos las plazas de nuevo si es preciso, para que podamos sentirnos orgullosos de hacer historia, y es ahora cuando debemos hacerlo… pido un voto de confianza para esta confluencia popular, de izquierdas, sí, pero que nadie tema que somos gigantes monstruosos, sino molinos, ruedas que deben girar en una única dirección: la nuestra, la del pueblo, la de los hombres y mujeres que formamos esta tierra. Ilusión, eso es lo que queremos desde IUC, desde la confluencia en Unidos Podemos, porque es más que evidente que la unión hace la fuerza…

Es el momento de la convergencia social, pero con alegría, con ilusión, con ahínco, con tesón, con valentía, no hace falta gritar para llegar más lejos… nuestras orillas acaban en el mismo sitio… ¡Es ahora! ¡A por ello!

Por Juan Valencia, candidato al Senado por Unidos Podemos