Llena de satisfacción comprobar que Canarias termina de ser un territorio fragmentado y lleno de pleitos insulares cuando suceden cosas que afectan a uno de los nuestros. Es el caso del terrible incendio de La Palma, abierto en varios ...
Llena de satisfacción comprobar que Canarias termina de ser un territorio fragmentado y lleno de pleitos insulares cuando suceden cosas que afectan a uno de los nuestros. Es el caso del terrible incendio de La Palma, abierto en varios frentes que han ido desde el Roque de los Muchachos a Barlovento, desde Machín a Puntagorda, una tragedia imposible de calibrar en estos momentos que es fruto del calor y de los intereses bastardos de unos cuantos, tanto los desaprensivos que o no ponen medios para que se provoque el fuego o lo provocan directamente como los que directa o indirectamente se benefician de ello.
Pero no se trata ahora de hacer un análisis sobre las causas del incendio o sobre los posibles beneficiarios de que esto ocurra, de que la Península sea ya un auténtico desierto y de que Canarias vaya camino de serlo. Lo importante de esta historia, lo que nos tiene que enseñar a todos los canarios de positivo, es que nos tenemos exclusivamente los unos a los otros, que somos una Comunidad atípica y rara, alejada del continente y llena de problemas comunes, plagada de personas que viven y sienten por igual, que en definitiva están unidas por muchos lazos invisibles imposibles de cortar. La reacción de apoyo solidario de todos los cabildos, incluyendo por supuesto al de Lanzarote, ha sido magnífica. Lo que le ha sucedido a La Palma le ha pasado al conjunto de la sociedad canaria. La pérdida de ellos es la pérdida de todos, y así se ha reflejado a través en primer lugar de nuestros representantes públicos.
Dentro de lo que sucedió ayer hay que destacar sin duda alguna la intervención en el programa Buenos Días Lanzarote de Radio Lanzarote tanto del periodista de la Cadena Cope que describió en vivo y en directo cómo se estaba desarrollando el tema del fuego, Clemente González, como la del presidente del Cabildo de La Palma y senador por esta isla, José Luis Perestelo. Fue un gran momento de radio el que la emisora decana de la Isla transmitió a sus más madrugadores oyentes, con un presidente que estaba a pie de monte coordinando todas las labores de extinción y atendiendo a cuantos medios de comunicación de otras islas le llamaban.
Ha quedado demostrado que las distintas islas pueden estar enfrentadas entre sí y no sucede nada, porque forma parte del panorama diario vinculado especialmente con los acontecimientos políticos y deportivos. Ahora, que no le suceda nada a ninguna, porque entonces la reacción es común. Es como cuando uno habla mal de un hermano. Lo puede hacer con total tranquilidad, pero que no se le ocurra a nadie hacerlo delante suya, porque entonces la arma.
El incendio ha sido tremendo, se han quemado varias hectáreas, pero hay que extraer de positivo el ver por primera vez en mucho tiempo a una Canarias totalmente unida y sin fisuras.