Opinión

Saludamos a la Cámara de Fuerteventura

Casi a diario nos quejamos amargamente del estado de abandono y marginación a que tienen sometidas a las islas periféricas las poderosas y abusonas islas, también denominadas capitalinas o centrales, esas mismas que cuando se dan ...


Casi a diario nos quejamos amargamente del estado de abandono y marginación a que tienen sometidas a las islas periféricas las poderosas y abusonas islas, también denominadas capitalinas o centrales, esas mismas que cuando se dan ...

Casi a diario nos quejamos amargamente del estado de abandono y marginación a que tienen sometidas a las islas periféricas las poderosas y abusonas islas, también denominadas capitalinas o centrales, esas mismas que cuando se dan noticias sobre la temperatura media -en Radio Nacional por ejemplo- acaparan el protagonismo de sus mínimas y sus máximas, sin acordarse en absoluto de que hay otras cinco islas con sus diversas temperaturas y problemas.

Y no les vamos a cansar hoy sobre la prepotencia de estas islas "hermanas entre ellas", aunque lo disimulen bastante bien con el famoso pleito insular, sino que hoy nos place, nos llena de orgullo, señalar un nuevo hito en la irrenunciable tarea de autonomía que con tanto empeño se ha venido emprendiendo en los últimos años, y que ha cristalizado como se sabe, en la consecución de la Cámara de Comercio propia de Lanzarote, así como la expectativa, ya comenzada, de la plena autonomía del puerto de Arrecife -y aprovechamos esta disquisición para rogar a las fuerzas vivas insulares, tanto empresariales como políticas y sociales, que de ninguna manera se plieguen a las voces discordantes, sino que sigan caminando totalmente unidos en la consecución de nuestros intereses, sacrificando incluso personalismos y posibles intrigas que habitualmente suelen proceder de fuera-.

Dicho esto pasamos a la razón fundamental de nuestro comentario de hoy, que no es nada más, y nada menos, que felicitar efusivamente a la hermana isla de Fuerteventura, porque también, en base a su esfuerzo y siguiendo corporativamente la estela de la nuestra, ha logrado el reconocimiento también de la declaración de su propia Cámara de Comercio, independiente y desligada de esa histórica servidumbre que nos tenía subyugados a Gran Canaria, no a la obsoleta provincia de Las Palmas, que y ano tiene ninguna razón de existir desde el día en que se aprobó el Estatuto de Autonomía y el término nacionalidad para las siete islas. Si alguna duda quedaba sobre la necesidad imperiosa de esa anhelada unidad de las dos "menores" orientales, la corroboración, el reconocimiento de la Cámara de Comercio de Fuerteventura borra totalmente esas dudas -que más bien son dudas para los de fuer, nunca para los habitantes del futuro Eje Oriental, que cada día está más cerca y a mano- ¡Ahora el Puerto de Arrecife, al que seguirá la petición del de Puerto del Rosario! ¡Autonomía para ambos, y de ahí en adelante, por el camino de la unidad en todos los sentidos, todo un camino de lucha y sacrificio para recuperar la identidad perdida!