Hoy, 10 de octubre de 2023 se conmemora el día de la salud mental.... La gran pandemia de nuestra sociedad, la gran olvidada y a veces estigmatizada... .Desde la Confederación de Salud Mental se nos invita a la sociedad en general, y en especial a la comunidad educativa, a reflexionar sobre cómo se está gestionando la salud mental infanto juvenil. Un tema de suma y vital importancia ya que los niños y niñas, adolescentes y jóvenes han ido viendo mermada su salud emocional y mental tras la pandemia del Covid, hecho que se ha visto acrecentado por el tema de los dispositivos electrónicos, en especial las redes sociales y diversas aplicaciones móviles.
Como docente de un instituto público en Lanzarote, quiero hacer un llamamiento a la sociedad en general para que se den los mecanismos y se articulen los recursos necesarios de vital importancia en materia de prevención de salud mental. No podemos asistir a cómo el Gobierno central de España convoca tan pocas plazas PIR, dentro de nuestro sistema sanitario público (dichas plazas capacitan a los psicólogos clínicos a prevenir y detectar, entre otras funciones, las labores de salud mental); no podemos seguir de brazos cruzados mientras muchas cabezas siguen gritando y clamando a vox populi ¡AUXILIO y AYUDA!.
Como docentes, tenemos una labor preciosa de educar en todos los sentidos de la vida, una educación de calidad e integral que proporcione las herramientas necesarias para poder prevenir en un primer momento, para luego tratar en un segundo estadio y finalmente para reinsertar en nuestra sociedad a las personas que sufren y padecen cualquier tipo de dolencia emocional y mental.
Romper el estigma de la enfermedad mental siempre ha sido el lema del Cribo, al que yo me he acogido para poder trabajar en el aula hasta antes de la pandemia. Una vez que nos visita el
Covid-19 cambiamos el enfoque y nos pusimos a trabajar para poder prevenir y actuar en materia de salud infanto juvenil.
Es por ello que propongo el siguiente decálogo de la buena salud mental:
1. ¡Quiero que en el aula se conozca bien cómo funciona el cuerpo, la mente, las emociones... y no tanto un currículum que nos desconecta y a veces, hasta deshumaniza!
2. ¡Quiero que nuestros niños/niñas, adolescentes y jóvenes detecten los mecanismos para afrontar diversas crisis existenciales, físicas y/o emocionales!
3. ¡Quiero que cambiemos la luz azul de las pantallas y aprender a mirar a los ojos, que es donde reside la luz del alma y de nuestras emociones!
4. ¡Quiero que aprendamos a pasar tiempo de calidad con nuestros jóvenes!
5. ¡Quiero que si la administración pública nos da la espalda en materia de salud mental o llega a
destiempo, nos adelantemos y miremos cual es la necesidad real del entorno en donde nos
movemos!
6. ¡Quiero una sanidad pública de calidad y que atienda las verdaderas demandas de los que acuden a los centros hospitalarios y reduzca las listas de espera de los especialistas en psicología y psiquiatría!
7. ¡Quiero que se elimine, de una vez por todas, el estigma social en torno a que los enfermos de salud mental son peligrosos!
8. ¡Quiero más oferta pública de plazas PIR y por tanto, de psicólogos clínicos!
9. ¡Quiero que los curriculum se actualicen a las verdaderas necesidades y demandas de nuestros niños/niñas, adolescentes y jóvenes!
10. ¡Quiero que entre nosotros ayudemos a la prevención en salud emocional infanto-juvenil!
Y tú, que nos lees y que seguramente vibres con este tema de vital importancia, ¿qué crees que necesitamos para mejorar la salud mental en nuestros niños y niñas, adolescentes y jóvenes? Construyamos, mano a mano y juntos, el presente.
Fran Santana, afiliado del PP