El título de este artículo es bastante más fiel a la deriva mercantilista en que ha entrado el PSOE de Lanzarote en la prestación de los servicios de dependencia, que a la consigna que repiten por todo el país: “las personas son lo primero” o “no dejaremos a nadie atrás”. Una muletilla que repiten aquí y allá, Dolores Corujo incluida, para hacer aquí justo lo contrario de lo que dicen.
Lo contrario de lo que dicen porque, son precisamente las personas –usuarias de los servicios de dependencia– las primeras que le han dicho a la presidenta que no quieren que las ONG, que llevan décadas prestando y construyendo este tipo de servicios, dejen de hacerlo en favor de empresas privadas, afectando a su calidad de vida.
Lo contrario, porque mientras la presidenta muestra públicamente su consideración hacia AFA, asegurándoles en su propio despacho que nunca sacaría a concurso sus servicios –según su directiva–, meses después los adjudicó a CLECE, faltando a su palabra y sin haber recuperado los bienes cedidos a AFA hasta 2026 cuando el PSOE cogobernaba y dirigían ellos el Área de Bienestar Social.
Lo contrario, porque mientras la presidenta muestra su profundo respeto hacia ADISLAN, ni siquiera se digna a recibir a su directiva para dar la cara y explicarles directamente las razones de por qué quiere prescindir también de esta ONG con cincuenta años de servicios a sus espaldas, cubriendo las carencias, por no decir las vergüenzas de la administración.
Si por las mismas razones también se termina sacando a concurso público los servicios que hoy presta EL CRIBO, entonces el Cabildo habrá dejado atrás a todas las ONG, sin excepción, que a día de hoy prestan servicios directos de atención a la dependencia por cuenta del gobierno insular.
Si en la vida hacer lo contrario de lo que se dice es un fraude, cuando lo hace quien ostenta la máxima responsabilidad política en la isla, eso es lo que tenemos en la Presidencia del gobierno insular, un fraude.
Pero si además miente al pleno, a las ONG, y a la opinión pública para justificar su posición, además de un fraude, es otra cosa.
Y es que en el pleno en que pedíamos al gobierno acogerse al concierto social, la presidenta se escudó en dos flagrantes mentiras para no hacerlo: la primera es que todos habíamos aprobado en pleno sacar a licitación los servicios, a sabiendas de que quien único lo aprobó fue el Consejo de Gobierno, limitándose a dar cuenta de ello al pleno sin que jamás respaldásemos tal decisión; y la segunda fue cuando aseguró que los servicios de ADISLAN ya están en licitación y supondría un grave problema suspender el procedimiento, sabiendo igualmente que mentía porque es falso que ya estén en licitación.
Al principio, creí que a Dolores Corujo, a su presidente in pectore, Carlos Espino, y a su gabinete, solo les movía la misma obsesión del mandato: culparme a mí de todos los males de Lanzarote y, en este caso, de la necesidad de regularizar la relación contractual con estas ONG, que es la única verdad que han dicho, aunque sea una herencia del PSOE de la que yo nunca les culpé.
Más tarde llegué a la conclusión de que, además, pretendían borrar de la memoria colectiva las muchas y grandes infraestructuras que habíamos construido y puesto en servicio en pasados mandatos, gran parte de ellas apoyados en ADISLAN y AFA, y de la mano del entonces consejero de Bienestar Social, Marciano Acuña, al que no imaginan cuánto echamos de menos.
Destinamos enormes recursos a construir grandes centros de atención a la discapacidad, que equipamos y pusimos en funcionamiento donde en algunos casos solo había un solar, como la Unidad de Rehabilitación Social “Julio Santiago Obeso”, o el Centro de Atención a Mayores “Dr. Domingo De Guzmán, esta última puesta en servicio por AFA.
Otras las equipamos al completo y pusimos en marcha, como el gran de Centro de Atención a la Discapacidad (Centro de Día y Residencia) o el de Atención Temprana para Menores, en ambos casos a través de ADISLAN, y en todos los casos cogobernando, bien con el PSOE, bien con el PP.
Sin embargo, ni culparme a mí de la situación, ni borrar toda huella de la gestión de Coalición Canaria al frente de Cabildo, explican tanto daño a tantas personas o el inadmisible desprecio a décadas de trabajo de estas ONG. El empecinamiento en adjudicar estos servicios a empresas privadas, en contra de los usuarios y renegando de acogerse a la licitación restringida a ONG que promueve el Gobierno de Canarias a través del concierto social, solo puede obedecer a oscuros intereses que nadie ha explicado.
No olvidemos que el 13 de abril, fecha en que estará plenamente operativo el concierto social, está a la vuelta de la esquina y para entonces ni el Cabildo habrá tomado posesión de los bienes cedidos a AFA hasta 2026, ni se habrán licitado los servicios de ADISLAN.
Por eso insistimos en pedir a la presidenta que recapacite y reflexione, que atienda a las familias, a las ONG y a los propios ayuntamientos de la isla, que le están pidiendo que pare esta deriva mercantilista y se acoja al concierto social.
Presidenta, aún estamos a tiempo de parar este despropósito, si así lo hace mantendremos nuestro compromiso de simplemente felicitarla, porque rectificar es de sabios y las familias y usuarios de estos servicios lo merecen.
*Pedro San Ginés, portavoz adjunto del Grupo Nacionalista CC-PNC en el Cabildo de Lanzarote