El ser humano tiende a percibir merecer más de lo que tiene y aspira constantemente a mejorar sus condiciones, siendo probablemente esta característica común la que nos haya impulsado a evolucionar como especie. Entonces, ¿qué les ocurrió a los más de siete millones que votaron a Pedro Sánchez el pasado abril? ¿Acaso hay tantos españoles que no creen merecer más, que no aspiran a mejorar, que se conforman con el tipo al que votaron?
Seguidamente procedo a sobrevolar sobre el perfil del triste personaje. El presidente del Gobierno de España plagió su tesis doctoral en un 16%, según Turnitin, o en un 21%, según Plagscan, aunque Moncloa mintiera insólitamente con su 0,96% oficial. El mero hecho de que un relevante político plagie para obtener un título académico ya es suficiente como para que se produzca su dimisión irrevocable. El mejor resultado electoral de Pedro Sánchez fue el del pasado 28-A, con un 28,68% de los votos, que es el peor resultado del PSOE en la actual democracia. A este resultado se le acerca el de Rubalcaba en 2011, con un 28,76%, resultado tan malo que marcó el inexorable declive político de aquel siniestro aspirante. Pero si nos vamos al peor resultado del plagiador, un 22,01% en 2015, resulta que nos tenemos que remontar para obtener peor resultado que ese a la España de 1936 con Indalecio Prieto como líder del PSOE, un 20,09%. En cualquier caso, se puede afirmar que los resultados electorales de Pedro Sánchez comparados con los históricos del PSOE son de los peores de esa fuerza política golpista y ladrona, aunque su actual Secretario General esté permanentemente a punto de autoproclamarse emperador de la socialdemocracia europea. Ver para creer.
Prosigo con el repasito deteniéndome en el concepto de logística que tiene el presidente. A bodas de familiares, a conciertos con su mujer, de postureo a incendios e inundaciones, a Burgos, a actos de campaña electoral y a disfrutar de vacaciones: para todo eso y más, Falcon y Super Puma públicos, que es exactamente lo último que cabe esperar de uno que dice tener principios socialistas. Por cierto, una vez vino a Lanzarote de vacaciones, en Falcon por supuesto, infringiendo las normas de aviación pues apareció saliendo de la cabina con su perra Turca, sin transportín, y sin transportín también, e infringiendo pues las normas de tráfico, se montó con Turca en el cochazo oficial.
Alejándome de la anécdota y yendo al fondo, propongo reflexionar acerca de que el propio PSOE le rechazó y forzó su huida del liderazgo orgánico. Asimismo, conviene reflexionar sobre el hecho de que es el primer y único presidente del Gobierno de España que jamás ha sido investido tras resultado electoral pero que, además, ha fracasado en 4 intentos de investidura. Voy a repetir en letras el número citado: CUATRO. Para no extenderme, al objeto de que el lector no vaya a percibir ensañamiento, finalizo la descripción enfatizando algo que me parece fundamental: Pedro Sánchez es el único presidente del Gobierno de España que ha llegado a serlo sin que los españoles le votaran pues no era siquiera diputado cuando llegó a La Moncloa.
Pero pese a que todo lo que concierne a Pedro Sánchez Castejón sea inquietante, lo más preocupante es que en el pasado abril le votaran siete millones y medio de españoles, desafiando dichos votantes a todas las leyes de la lógica. Lógica que dice a gritos que, si bien un tipo así tendría que haber dejado la política tras el escándalo de la noticia del plagio, al no haberse producido lo lógico, tendrían que ser los propios votantes quienes le hubieran puesto en su sitio. Porque es un mitómano, un egocéntrico, un amoral, un exhibicionista, un egoísta y un sinvergüenza. Finalmente, la pregunta a mitad de septiembre es qué va a pasar el 10 de noviembre.
¿Volverán a votarle? Esa es la cuestión que quedará despejada dentro de algo más de 7 semanas. Que nadie olvide que las generales anticipadas, y su coste de 140 millones pagados por todos nosotros, han sido propiciadas por él ya que hasta última hora tanto el chavista de Galapagar con los separatistas, por el lado de la ultraizquierda, como el veleta, por no se sabe qué lado, le han ofrecido apoyos a su investidura. Quien se ha negado en redondo ha sido Pedro Sánchez, seguramente porque confía en Tezanos y, por qué no decirlo, en Soros y en sus herramientas de transcripción de datos electorales. Pero, a ver si nos entra la risa a todos los españoles a las 22 horas GMT del próximo domingo 10 de noviembre con el PSOE al 12,5%, como en 1933 con Largo Caballero como candidato. Es lo que se merece el felón y su siempre ridículo PSOE