Durante muchos años Lanzarote mantuvo una cifra estable y fija de parados que no superaba las 3.000 personas. Eran los mismos sindicatos los que denunciaban que se trataba de un desempleo "irreal", que no se correspondía en absoluto ...
Durante muchos años Lanzarote mantuvo una cifra estable y fija de parados que no superaba las 3.000 personas. Eran los mismos sindicatos los que denunciaban que se trataba de un desempleo "irreal", que no se correspondía en absoluto con un lugar en el que por suerte sobraba trabajo. Sin embargo, y por razones que nunca llegaron a conocerse al cien por cien, la cifra se mantenía absolutamente rígida.
Años más tarde, siguiendo la lógica evolución que ha tenido un crecimiento poblacional sin comparación posible con ningún otro lugar del país, los 3.000 parados han pasado a ser 5.000. Los 5.000 tampoco llegan a ser 6.000, aunque ya se acercan demasiado. De hecho, según los datos oficiales que ha recogido en su edición de este martes LA VOZ, el número de desempleados de Lanzarote correspondiente al pasado mes de diciembre ascendió a 5.763 personas, registrándose 139 parados más, lo que supone un incremento del 2,5 por ciento con respecto al mes anterior, cuando la cifra se elevó hasta las 5.624 personas.
Es fácil pensar que esos 5.000 parados de Lanzarote siguen siendo parados "irreales", aunque la cosa no parece estar ya tan clara. De hecho, en los sindicatos no parece haber la unanimidad de criterio que había antes para abordar esta cuestión. Empieza a ser una cifra considerable teniendo en cuenta la población de hecho y de derecho.
Lanzarote ha crecido mucho en todos los aspectos, aunque como cualquier sociedad, más teniendo en cuenta su limitación territorial, tiene un principio y un fin, un límite. Su capacidad de carga laboral, a pesar de que sigamos siendo un territorio en el que hay muchos profesionales que buscan únicamente un asiento temporal y transitorio, está a punto de sobrepasarse, sobre todo en algunos campos.
No ocurre así, por ejemplo, en la medicina, donde ya sabemos que se están teniendo que buscar profesionales hasta debajo de las piedras, aunque curiosamente empieza a suceder en un gremio tan boyante en otros tiempos como fue el de la hostelería.
Aunque todavía se puede encontrar trabajo a poco que uno se esfuerce, ya no es tan fácil como hace unos años, no demasiados, en los tiempos en los que prácticamente todo estaba por hacer y se requería de cualquier tipo de mano de obra. Es algo similar al fenómeno que está experimentando en estos momentos Fuerteventura, donde se demandan constantemente trabajadores que cubran los numerosos puestos que se ofertan.
Muchos analistas se preguntan, sin embargo, cuál es el tipo de parado que está apuntado actualmente en las listas de la Agencia Canaria de Empleo, a qué perfil responden esas 5.763 personas. No es una pregunta fácil de responder, aunque hay que seguir pensando en que muchos de esos parados no se corresponden al perfil clásico de la persona que busca a la desesperada cualquier tipo de empleo. Este desempleado todavía no existe en Lanzarote, aunque no sabemos, sobre todo viendo como van determinados asuntos, hasta cuándo.