Opinión

Libertad sindical y libertad de prensa

En medio de la tremenda tensión que se está viviendo en estos días inciertos en torno a la principal entrada y salida de Lanzarote, el aeropuerto de Guacimeta, se fueron produciendo ayer un auténtico aluvión de noticias que este ...


En medio de la tremenda tensión que se está viviendo en estos días inciertos en torno a la principal entrada y salida de Lanzarote, el aeropuerto de Guacimeta, se fueron produciendo ayer un auténtico aluvión de noticias que este ...

En medio de la tremenda tensión que se está viviendo en estos días inciertos en torno a la principal entrada y salida de Lanzarote, el aeropuerto de Guacimeta, se fueron produciendo ayer un auténtico aluvión de noticias que este diario, como ha venido haciendo hasta ahora, trata de condensar en su edición de hoy de la forma más cómoda y sencilla para sus lectores, sin obviar nada y sin buscar posicionamiento alguno en sus informaciones. Para eso tiene este espacio, el artículo editorial, donde claramente hemos definido la postura del medio, siempre a favor de Lanzarote y nunca en contra de los intereses generales de sus ciudadanos.

Por esta razón hemos sostenido la necesidad, la perentoria urgencia, de que se resuelva el principal conflicto que padece el aeropuerto -ya sabemos que no es ni será el único-, el de los trabajadores que se encargan de las maletas. Por esta razón demandamos la urgente intervención de una clase política que ha vivido aletargada y con notable pasotismo el transcurrir del conflicto, hasta que ha llegado agosto, ha llegado prácticamente el cien por cien de ocupación y se ha desbordado todo. Por esta razón exigimos también al ente público Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) que no se lavara las manos como lo ha hecho hasta ahora y que intentara hacer lo que estuviera a su alcance para que las partes en litigio se sentaran a dialogar, lo que hasta el momento ha sido imposible. Por esta razón hemos escuchado a todos aquellos que han tenido algo que decir, con absoluta libertad para que expresaran cuantas cosas fuera menester expresar.

Parece que esto último fue lo que provocó el lamentable episodio que se vivió ayer en el aeropuerto. Dentro de los muchos movimientos en torno a la huelga se produjo la para algunos sorpresiva visita de los representantes del sindicato Comisiones Obreras (CC OO) en Madrid, los cuales, al parecer, no están de acuerdo con lo que están haciendo sus compañeros del Comité de Huelga. Al parecer, lo expresaron así en la rueda de prensa que ofrecieron por la tarde. Y decimos "al parecer" porque ni a este diario ni a Radio Lanzarote ni a Lanzarote Televisión se les cursó invitación alguna para que acudieran a cubrir la noticia. Extrañados ante el desafortunado incidente, en un principio pensamos que fruto de un error, nos pusimos a averiguar las razones por las que estos altos representantes sindicales habían decidido no convocar a estos medios. Desde Lanzarote, su secretario general, Ramón Pérez Farray, fue el primer sorprendido, puesto que tampoco tenía noticia de la convocatoria. Desde Madrid, el secretario de la Ejecutiva Estatal del Sector Aéreo, Jorge Carrillo, se limitó a justificar lo ocurrido echando mano de la teórica "precipitación" de la convocatoria a los medios. ¿Precipitación, realmente tenemos que creer que se les olvidó convocarnos por precipitación; por qué no hubo precipitación para invitar al resto de medios; habrá molestado en CC OO de Madrid que en este medio se expresen sus compañeros de Lanzarote con absoluta libertad; tendrá algo que ver este sindicato con la dirección de Iberia; por qué se pone de su lado y no del lado de los trabajadores de Lanzarote? Pues no lo sabemos, y preferimos pensar que estamos confundidos cuando entendemos que nuestra ausencia de esa rueda de prensa ha sido premeditada.

Ocurra lo que ocurra, nosotros seguiremos teniendo claro de parte de quién estamos: de parte de Lanzarote. Lo demás nos importa poco, aunque no estaría de más que en un sindicato con tanta historia como CC OO reflexionaran sobre este tipo de cuestiones. La libertad sindical y la libertad de prensa son derechos amparados por la Constitución, y ni nosotros podemos hurtarles la posibilidad de que se expresen a través de nuestros medios ni ellos pueden hurtarnos a nosotros la posibilidad de que acudamos al lugar en el que se produce la noticia.