Opinión

Las regatas de barquillos (y II)

Te lo diré en conejero, pa'que me entiendasLas regatas de barquillos (y II)Por Lorenzo Lemaur, conejero de adopción."¡Señores, hay regata! Se va a salir", dije a todos los regatistas. De inmediato se ...


Te lo diré en conejero, pa'que me entiendasLas regatas de barquillos (y II)Por Lorenzo Lemaur, conejero de adopción."¡Señores, hay regata! Se va a salir", dije a todos los regatistas. De inmediato se ...

Te lo diré en conejero, pa'que me entiendas

Las regatas de barquillos (y II)

Por Lorenzo Lemaur, conejero de adopción.

"¡Señores, hay regata! Se va a salir", dije a todos los regatistas. De inmediato se dirigieron, patrones y marineros, a sus barcos. Todos estaban ya arranchados, con la vela chica, porque había mucho viento, unos 20 nudos. "Si ponemos la grande el viento nos pone el casco de sombrero", dijo Emilio Tavío, que junto con Santiago González son los patrones más veteranos de la vela latina de barquillos. Todos esperaban la decisión del Presidente del Comité de Regatas, que en este caso era Angelín, "El Fideo" (Ángel Delgado Eugenio). La verdad es que se notaba en unos menos ganas de salir a regatear que en otros. Varios decían que había demasiado viento.

Durante la espera previa, que fue larga, (la regata estaba prevista para las 11:00 y la salida la dio "El Fideo" a las 13:05) las tripulaciones hablaban de todo. Los más del viento que hacía, pero otros contaban chistes, recordaban anécdotas y, lógicamente, criticaban a todo lo que se movía, a lo que más a la Federación. ¿Qué se le va a hacer? Criticar se ha convertido en el deporte nacional. Pero desde que Angelín me llamó y les avisé de que había regata, todos se pusieron en movimiento, casi en silencio. Cada uno a lo suyo, a su barco. Todos sabían lo que tenían que hacer.

Gerardo Romero, el cámara de la Productora Medina, que algún recurso ya había grabado durante la espera, se puso la cámara al hombro y a lo suyo: Grababa cómo los barquillos eran tirados al mar y se iban dirigiendo, todos con la publicidad de La Caja de Canarias en la vela, como marca el reglamento, hacia el tendido. Luego, Gerardo se montó en la corbeta del Comité (La Caja I), para grabar la salida y los lances más importantes de la regata.

Mientras todos se preparaban, mi colaboradora y yo nos dimos cuenta de algo: Emilio Tavío mojaba elpalo en la marea. Como Emilio se había dado cuenta de que lo mirábamos extrañados, nos dijo: "Es que la madera está resequía", luego siguió explicándonos: "El barquillo también. Si se resequía hace aguas".

El responsable de control portuario del puerto de Puerto del Rosario se dirigió a nosotros para advertirnos de la salida y llegada de barcos al puerto, coincidiendo con el tiempo de regata. Informado de ello llamé al Juez de Regata y le pasé el móvil al encargado de control, para que ellos hablaran y aclarasen sus dudas. Preguntas y respuestas se suceden en la conversación. "¡Vale. Venga. Venga. Hasta luego!". Así finalizó la conversación telefónica con Ángel. Todo aclarado.

"Yo pa' estar así, que Dios me lleve", dijo Emilio Tavío a unos de sus tripulantes, mientras se empeñaban en las últimas tareas de arranche del barquillo. Lo decía de broma, queriendo meterle prisa al chico. Lo decía sin malicia alguna, como hace siempre Emilio, que es muy buena gente. Al poco, con todo a punto, el Isla de Lanzarote se echó a la mar.

Paloma y yo ya habíamos acabado nuestra primera parte del cometido, así que nos dirigíamos hacía la avenida, en busca de un bar donde echarnos un café, o cualquier otra cosa. Estábamos todavía a la altura del Hotel Puerto del Rosario, donde nos alojábamos la mayoría de la gente cuando me percaté de que un barco se volvía a tierra. Dije a Paloma, "¡caramba!, uno retirado". Seguimos caminado pero veo que el Isla de Lanzarote, junto con el Dakota Muebles, el Lula ? La Tiñosa, el Guatiza y el Yacovi también se venían a tierra. Ya no me pareció normal, así que le digo a Paloma, "vamos pa´lla, que esto no es normal". Efectivamente. Mientras observo que el Comité había dado la salida a los 15 barcos restantes, al llegar a la zona de arranche y envergue, Santiago González me dice que había mucho viento para navegar, que no salían. "¡Ay Dios!", exclamé, mientras se toca la barba, gesto muy característico en mi. "¡Ya se armó!". Al poco vinieron los patrones de los barcos no salidos a presentar protesta contra el Comité. José Miguel, el patrón del Tiñosa decía "con el viento que había metimos 3 veces la popa". Lo demás es la crónica de la regata, que lo pueden leer en la web de la Federación (www.federacioncanariadebarquillos.com).

Acabada la regata, nos juntamos unos cuantos de la organización y nos echamos unas copas. Yo el ya sabido Malibu con Cocacola. Ya me había tomado dos, en jarra, y con mucho hielo. Entonces miró Francis, el de La Mela para mi jarra, ya vacía, y exclamó, "¡Joder! ¿Ya achicaste la copa?..." y siguió haciendo su cuento, pero la gente hablaba entre ellos de otras cosas, así que Francis, cabreado, dice: "¿Hablo yo o pasa un carro?". Entonces le hicimos un poco más de caso y siguió contando, pero saltó Polo, aunque no me acuerdo qué dijo, y vuelve a replicar Francis, en tono sarcástico: "¡Tío, tú lo trabucas too! (queriendo decir que Polo le tergiversaba todo lo que él decía).

Se nos hizo la hora, así que pagamos la cuenta y arrancamos pa´Corralejo. La fiesta había acabado.

P.D.: Quedan más regatas de barquillos, del XVVI Campeonato de Canarias. Si lo desean podrán seguir la información a través de la web de la Federación. La semana próxima cambiaré de tema.