Opinión

La Universidad en Lanzarote, una apuesta de futuro

Por Francisco Cabrera Una de las grandes apuestas que he considerado necesarias en mis dos etapas como consejero al frente del Área de Educación y Cultura del Cabildo de Lanzarote ha sido la del fomento y el apoyo de los temas universitarios, pese a que no ...

Por Francisco Cabrera
Una de las grandes apuestas que he considerado necesarias en mis dos etapas como consejero al frente del Área de Educación y Cultura del Cabildo de Lanzarote ha sido la del fomento y el apoyo de los temas universitarios, pese a que no ...

Una de las grandes apuestas que he considerado necesarias en mis dos etapas como consejero al frente del Área de Educación y Cultura del Cabildo de Lanzarote ha sido la del fomento y el apoyo de los temas universitarios, pese a que no siempre se ha comprendido este tema por parte de algunas instituciones a la hora de sacar adelante los proyectos en torno a la educación superior, tal y como una isla como Lanzarote se merece.

Creo firmemente que el Cabildo Insular, a pesar de no poseer plenas competencias en materia educativa, ha sido una entidad local que ha sabido responder, dentro de la limitada capacidad de acción que le imponen estos tiempos de crisis, a una parte de las demandas que las enseñanzas universitarias necesitaban y que nos reclamaban los ciudadanos de Lanzarote. Unos ciudadanos que, por razones económicas, personales, familiares o laborales, no siempre pueden salir fuera a formarse.

En el complicado escenario económico y presupuestario en el que nos encontramos al llegar al Gobierno Insular me marqué como objetivo asumir varios retos estratégicos en torno a la Universidad, tales como sacar adelante las convocatorias de becas y ayudas a los estudios de los cursos 2009-2010 y 2010-2011, desbloquear el complejo asunto del Campus Universitario de Lanzarote, continuar con las enseñanzas universitarias de Turismo en su etapa de adaptación al nuevo Espacio Europeo de Educación Superior, así como seguir manteniendo la necesaria oferta formativa de los Cursos de Extensión Universitaria, la Universidad de Verano, el Aula Abierta o la Universidad de Mayores "Peritia et Doctrina", entre otras acciones.

Creo que, por encima de cualquier ideología política que se proyecte sobre la gestión de las instituciones locales, una de las acciones prioritarias que debe guiar el rumbo de entidades como el Cabildo Insular es el mantenimiento de las subvenciones educativas a la ciudadanía universitaria, a través de las conocidas convocatorias de becas y ayudas al estudio. En nuestro caso, puedo garantizar que desde que llegué al Área de Educación y Cultura, ésta ha sido una de mis prioridades como consejero, dada la complicada y dura situación por la que pasan muchas familias lanzaroteñas que tienen hijos estudiando fuera. Todos los esfuerzos económicos y tecnológicos que la administración insular emplee en este sentido serán siempre pocos.

Por otra parte, he de matizar también que uno de los logros institucionales del que debemos sentirnos también orgullosos ha sido el de haber implementado esfuerzos para poder acordar la ubicación definitiva del futuro Campus Universitario que Lanzarote lleva reclamando desde finales de la década de los noventa del pasado siglo. Después de muchas consideraciones, reuniones y debates, el Cabildo acordó que pueda proyectarse su creación en la localidad de Tahíche (Teguise), en una sección de la llamada "Finca de Tahíche", concretamente en la zona denominada "Mojón Alto", junto a las instalaciones del futuro Centro de Salud Mental, el Centro de Educación Especial y el Centro Penitenciario de Lanzarote. Se trata de una parcela de más de 277.000 m2, propiedad del Cabildo. Y ésta ha sido la cuestión clave, la de la propiedad del terreno, la que ha determinado la ubicación de dichas instalaciones universitarias en Tahíche.

Para ello, el pleno de la Corporación Insular acordó, en sesión celebrada el 29 de julio de 2010, delegar las competencias de su planeamiento territorial a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, con el objeto de poder proyectar en dicho espacio un campus que albergue las futuras instalaciones de la UNED, la Escuelas Universitarias de Turismo y Enfermería, la Escuela Oficial de Idiomas, así como otras dependencias relacionadas con el ámbito educativo superior (Residencia Universitaria, Biblioteca, Paraninfo, Centro de Ocio-Deportivo, parques?).

Espero firmemente que en los próximos años este necesario proyecto sea realizado de manera definitiva, con la unánime colaboración de todas instituciones implicadas (cabildo insular, ayuntamientos, comunidad autónoma y universidades) y sin fisuras políticas que lo retrasen en el tiempo. Se podrá constituir así un espacio modélico para la cultura, la investigación, la docencia universitaria y en el cual compartirán recursos e infraestructuras todas las instituciones que allí se implanten.

Otro de nuestros compromisos institucionales ha sido la Escuela Universitaria de Turismo de Lanzarote. La Reforma de Bolonia, con la implantación del nuevo Grado en Turismo, está permitiendo que nuestra Escuela siga, de manera estratégica y de la mano de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, constituyéndose en un referente formativo consolidado (desde 1993) que está permitiendo de manera activa y positiva la capacitación de muchos profesionales en un sector que está llamado a abrir una brecha en la recuperación económica de nuestra región.

También, y no menos importante, han sido, en esta época de recortes presupuestarios, los esfuerzos realizados por el Departamento de Universidades y Educación en su labor de seguir ofertando programas formativos de Extensión Universitaria, el programa de información universitaria a los alumnos de Bachillerato o, de los proyectos como el Programa Formativo de Mayores "Peritia et Doctrina" en Lanzarote, el Aula Abierta o la Universidad de Verano, como acciones formativas rigurosas que sirven para configurar y dignificar una estructura anual de formación complementaria orientada no sólo a los estudiantes universitarios, sino también a todos los ciudadanos que deseen ampliar los conocimientos y actualizar las habilidades y destrezas profesionales de un amplio sector de nuestra sociedad.

A todo ello hay que sumar las necesarias colaboraciones para apoyar a determinadas iniciativas e instituciones que, de manera directa o indirecta, están contribuyendo a que el tejido insular de los servicios y de las acciones universitarias en Lanzarote sea una realidad tangible. Hablo de nuestros apoyos, a través de subvenciones educativas, al Centro Asociado de la UNED en Lanzarote, a los cursos de español para extranjeros que dinamiza en Puerto del Carmen la Universidad Internacional "Menéndez y Pelayo" (en colaboración con el Ayuntamiento de Tías) o a la Asociación de Estudiantes Universitarios Conejeros (AEUCO), entre otros.

Estos compromisos con las entidades universitarias que lleva a cabo el Cabildo de Lanzarote, a través del Área de Educación y Cultura, nos identifican con una institución comprometida con la formación y la cultura universitaria, en aras de garantizar la diversificación, la complementariedad y la mejora de la realidad educativa insular.

El Cabildo de Lanzarote, ahora más que nunca, no debe renunciar a seguir apoyando en el futuro estas acciones estratégicas que reclama este sector al ámbito educativo, habida cuenta de que entre los estudiantes y beneficiarios de estas actividades y servicios están muchos de los hombres y de las mujeres que trabajarán en y por Lanzarote en el futuro.

Estoy completamente convencido de la necesidad de apoyar estas acciones y actividades universitarias, pese a no ser siempre entendidas por muchas personas que piensan que en época de crisis estas iniciativas deben recortarse o suprimirse.

Mal iremos si nos apartamos de esta senda ya iniciada desde la pasada década de los noventa por el Cabildo Insular, en la que nuestra isla (tras Gran Canaria y Tenerife) ha ido acumulando en el ámbito universitario una experiencia muy valiosa, enriquecedora y respetada, que no merece ser relegada a un segundo plano o ser abandonada a su suerte por los futuros equipos de gobierno de las instituciones locales.

Tampoco debemos olvidar, ni dejar de lado, los esfuerzos institucionales por conseguir la reapertura del Teatro Insular como espacio estratégico para la escena o del acondicionamiento necesario para poder dinamizar nuevamente el Centro Insular de Cultura "El Almacén", siguiendo ese camino de la promoción y de la divulgación de la cultura contemporánea, tal y como César Manrique lo concibió en su momento.

Por último, finalizo este artículo, recordando que fue precisamente nuestro inmortal César Manrique el que, al referirse a la necesidad de reforzar las acciones educativas y formativas por parte de las instituciones, decía aquello de que "una sociedad sin educación está condenada a la ruina".

Francisco Cabrera García,

Consejero de Educación y Cultura del Cabildo de Lanzarote