Es hora de balances. La inmediatez de las elecciones locales y autonómicas del próximo mes de mayo está provocando que Cándido Reguera se vea envuelto en un auténtico frenesí mediático, tratando de proyectar la imagen del ...
Es hora de balances. La inmediatez de las elecciones locales y autonómicas del próximo mes de mayo está provocando que Cándido Reguera se vea envuelto en un auténtico frenesí mediático, tratando de proyectar la imagen del alcalde que no ha sido.
Pero no será con más fotos, ni con más entrevistas, ni con más publireportajes, con lo que Cándido Reguera podrá borrar la imagen de un grupo de concejales, y sus innumerables asesores, sumidos en la desgana y la monotonía, que lo confían todo a la fanfarria mediática, al bombo y al platillo.
Los ciudadanos y ciudadanas de Arrecife solo han visto la espalda de aquellos obligados a dar la cara. Reguera ha confundido dar la cara con dar la vara, en una permanente tourné mediática, mientras se empeña y empaña en un conjunto de decisiones cada vez más inexplicables.
Cándido Reguera no puede pretender que los hombres y mujeres de Arrecife olviden, a golpe de foto y entrevista, que llegó a la alcaldía aupado por un pacto indecente. Que nada más llegar, sumido en la esquizofrenia que le lleva a predicar austeridad y a practicar el despilfarro, subió sueldos y multiplicó el número de asesores.
Cándido Reguera no puede pretender que el ruido constante de su autobombo tape el clamor popular que provoca su manifiesta incapacidad. Incapacidad que le ha llevado a la pérdida de subvenciones o a dejar a Arrecife por fuera de los planes de rehabilitación de viviendas, debido a que no sabe ni siquiera como se presenta un proyecto.
Incapacidad y debilidad. Sólo desde la debilidad se entiende que justificara el viaje a Grecia de su concejal de Deportes, o los viajes de su concejala de Servicios Sociales, que con cargo al ayuntamiento se coloca un fin de semana con los jubilados del Imserso, tratando de hacer ver que es ella quien "concede" las vacaciones, cuando se trata de políticas estatales. Por cierto, muy criticadas por el PP.
Se acaba la legislatura y es hora de preguntarle a Cándido por su discurso de investidura. Es hora de preguntarle si han pasado los tres meses que se fijó de plazo para abrir el islote del Amor. Es hora de preguntarle cuánto le costó a Arrecife la encuesta en la que los ciudadanos y ciudadanas de Arrecife estaban encantadísimos con el icono que proponía para el islote del Francés.
Pero también es hora de compromisos. Es hora de asumir el reto de devolver a Arrecife las oportunidades que le han sido injustamente arrebatadas, de darle a la ciudad lo que la ciudad merece. Es hora de que Arrecife sea de hecho la tercera capital de Canarias.
Los socialistas nos comprometemos con Arrecife. Y hemos comenzado a asumir ese compromiso con la elaboración de una candidatura enormemente renovada, pero que atesora una importante experiencia en los compañeros y compañeras que han tenido en otras ocasiones, y otras administraciones, tareas de gobierno.
Ese empeño de los socialistas con Arrecife lo queremos concretar en un programa, en un compromiso de gobierno, ambicioso pero posible, en el que estamos trabajando y pronto daremos a conocer. Un programa en el que no cabrán vanas promesas ni el empeño en proyectos irrealizables. La gente de Arrecife se merece una gestión honesta y esa honestidad comienza por no engañar con propuestas imposibles.
Y es ahí, en la honestidad, en la transparencia, en la eficacia, en la participación de todos y todas, donde se encontrarán las líneas maestras no solo del programa de los socialistas de Arrecife, sino de la propia acción de gobierno. Otros, como Cándido Reguera, no pueden decir lo mismo.
José Montelongo
Candidato del PSOE a la alcaldía de Arrecife