Opinión

La extraña economía de las Islas

Lanzarote tendría que estar de enhorabuena si finalmente las muchas promesas que ha hecho José Carlos Mauricio para corregir el desequilibrio inversor con la isla más castigada del Archipiélago por los sucesivos gobiernos ...


Lanzarote tendría que estar de enhorabuena si finalmente las muchas promesas que ha hecho José Carlos Mauricio para corregir el desequilibrio inversor con la isla más castigada del Archipiélago por los sucesivos gobiernos ...

Lanzarote tendría que estar de enhorabuena si finalmente las muchas promesas que ha hecho José Carlos Mauricio para corregir el desequilibrio inversor con la isla más castigada del Archipiélago por los sucesivos gobiernos autonómicos que han ido pasando por Gran Canaria y Tenerife se cristalizaran en realidades palpables. Hay motivos para la desconfianza, aunque nuestros representantes en el Cabildo y en los ayuntamientos salieran enormemente contentos de la reunión que se celebró este jueves para perfilar los principales aspectos del Plan de Dinamización Socioeconómica que se supone que nos va a situar más cerca de donde deberíamos estar. Pero también hay motivos para la confianza, porque es imposible que siempre paguen los platos rotos los mismos, y Lanzarote, todo hay que decirlo, está adquiriendo un notable peso político, poblacional y económico en el conjunto del Archipiélago.

También en Lanzarote se empiezan a percibir algunas de las curiosas características que conforman una Comunidad Autónoma de enormes contrastes. Esa misma Comunidad en la que miles de personas viven por debajo del umbral de la pobreza y otras muchas miles por encima de la renta media europea, esa en la que en teoría hay trabajo para ofertar a la gente de fuera que sigue llegando en cantidades importantísimas cada año y que a la vez registra unas cifras de paro para preocuparse.

El último dato que se ha conocido no nos puede hacer cambiar de opinión, más bien al contrario. El vicesecretario general del Partido Socialista Canario (PSC) de Tenerife, José Manuel Corrales, denunció este jueves en rueda de prensa que los salarios de los canarios en general y de los tinerfeños en particular son un 16 por ciento más bajos que la media nacional, al tiempo que aseguró que el 40 por ciento de los contratos de trabajo firmados son temporales. A esta situación de "precariedad laboral" sumó el hecho "reconocido por la consejera regional de Empleo y Asuntos Sociales, Marisa Zamora" de que el 40 por ciento de los fondos procedentes de la Unión Europea (UE) para formación orientada a la inserción "no se ejecutan". De este último tema sabemos bastantes cosas por aquí, cosas que ya detallaremos más adelante.

Resulta curioso por tanto que en un lugar en el que el crecimiento económico está muy por encima de la media nacional al menos en la última década se acumule un porcentaje salarial tan bajo, teniendo en cuenta sobre todo que Canarias es una región ultraperiférica que tiene evidentes ventajas fiscales de las que se aprovechan sus empresarios. Es un asunto complicado, en el que sobre todo tienen que trabajar a fondo los sindicatos, de tal manera que entren de lleno en un análisis que les lleve a la conclusión de plantear fórmulas correctoras de cara al futuro. El enriquecimiento debe ser generalizado, no se debería centrar únicamente en unos pocos bolsillos, que es lo que está pasando actualmente.