"Rivero desbloquea el colapso energético. Promete agilidad administrativa para las inversiones". Con este titular nos desayunamos muchos canarios y canarias la pasada semana. Aunque hoy en día cada vez es más difícil ...
"Rivero desbloquea el colapso energético. Promete agilidad administrativa para las inversiones". Con este titular nos desayunamos muchos canarios y canarias la pasada semana.
Aunque hoy en día cada vez es más difícil encontrar personas que se fíen del presidente del Gobierno, su vicepresidente, el Sr. Soria o del conjunto del Gobierno de Canarias, nosotros, el grupo socialista en el Cabildo de Lanzarote, que tampoco nos fiamos, en esta ocasión respecto a la irrupción desafortunada del Sr. Rivero como primer actor, con guión de la Consejería de Industria y las eléctricas en el escenario energético de Canarias, preferimos creer que el Presidente, presionado por el síndrome de las tormentas en Tenerife, sintió la necesidad de ser contundente y como no tiene ni idea echó mano del guión equivocado que en realidad es una estrategia perversa que toma a los canarios por tontos y nos pretende dejar comprando toda la vida nuestra propia energía.
El nacionalismo de derechas no sabe gobernar para todos. La constante más visible de la acción nacionalista durante los últimos 30 años ha sido procurar que a toda costa nuestras mejores posibilidades vayan a parar a un círculo de codicia y estupidez que hoy disfruta de una gran fortaleza frente a la gran debilidad y sufrimiento de la mayoría de los canarios.
Les vino de perilla la caída del sistema eléctrico de Tenerife por dos ocasiones.
Los manantiales del gobierno y su propaganda se desbordan exigiendo a las eléctricas lo que éstas quieren que le exijan, invertir con toda clase de facilidades para apoderarse para siempre de nuestras energías renovables.
Ya querían invertir cuando el Gobierno de Canarias nos presentó su Plan de infraestructuras energéticas, recuerden, centrales térmicas y fábrica de hidrógeno adjunta.
La política energética de los nacionalista hace años que la escriben las eléctricas.
No necesitamos centrales térmicas, no necesitamos a medio plazo a las eléctricas, bastará con una empresa de ingeniería que opere nuestros sistemas, no necesitamos a ningún Judas ni a su estrategia perversa para despojarnos de lo mejor que tenemos.
No puedo terminar sin aludir al otro titular de impacto que encabezaba la mencionada noticia la pasada semana: "Las nuevas obras se adaptarán al cambio climático".
Cuando lo leí, pensé que por primera vez nuestro Gobierno volvía la vista a la inagotable fuente energética que supone para Canarias sus recursos naturales, el sol, el viento, la fuerza de las olas.
Pero no, una lectura más atenta de la información me descubrió que se trata de un plan de actuaciones para reforzar los sistemas eléctricos convencionales ante los vientos huracanados que soplan en Canarias como consecuencia del cambio climático. Y punto.
Las energías renovables presentes en Canarias son excepcionales y son el mejor valor económico y medioambiental disponible en nuestra tierra, estaría bien que quién ha jurado defender los intereses de todos los canarios hablara alguna vez de proteger ese fabuloso bien que sirve la naturaleza a los isleños y de proceder a su reparto democrático y justo.
La energía es la sangre de los pueblos y si son renovables, también su patrimonio natural.
Manuela Armas
Portavoz grupo socialista
Cabildo de Lanzarote