Pasados unos días de los gravísimos incendios que han asolado este Archipiélago Canario, debemos plantearnos todo lo mal que las cosas se vienen haciendo, que, de proseguir, terminarán cercenando nuestro futuro.Me ...
Pasados unos días de los gravísimos incendios que han asolado este Archipiélago Canario, debemos plantearnos todo lo mal que las cosas se vienen haciendo, que, de proseguir, terminarán cercenando nuestro futuro.Me centraré en quien creo que es el máximo responsable final de todas las actuaciones disparatadas que se llevan a cabo en esta tierra, el Gobierno de Canarias. Sin duda alguna, además, es nuestro propio gobierno quien tendría que contar con los medios necesarios y suficientes, para hacer frente, de forma efectiva,a los numerosos azotes con los que la naturaleza nos viene respondiendo, cada vez con más virulencia, a nuestras propias actuaciones contra ella, por un gravísimo deterioro del Medio Ambiente que está acelerando el indeseado Cambio Climático.
Sin olvidar las graves y directas responsabilidades de los posibles pirómanos que hayan prendido las llamas, muchas se habrán originado de forma casual por esas ingentes cantidades de cristales esparcidas en el monte y las altas temperaturas, no podemos obviar factores que han contribuido negativamente a complicar las cosas y a posibilitar que los incendios se alargaran en el tiempo, con el resultado de superficies calcinadas muy superiores a las que tendrían que haber sido. Esas elevadas temperaturas, sostenidas durante tantos días y sin dudas achacables al cambio climático, ese mismo que nos ha venido obsequiando en los últimos tiempos con inusitadas riadas y violentos temporales de viento y mar, fueron las culpables del elevado número de incendios y de sus magnitudes.
Los medios contra incendios con los que contamos son escasos, si tenemos en cuenta, tal y como reitera el propio Gobierno de Canarias, que somos un territorio fragmentado de dificultosa orografía, lo que añade aún mayor complicación, si, tal y como ha pasado ahora, se ocasionan incendios en varias islas a la vez. No es la primera vez que esto sucede y continuamos sin atajar el problema. Recuerdo, en años no muy lejanos, ver arder penosamente la Isla del Hierro y, sin embargo, los medios estar concentrados mayormente en otro incendio en la Isla de la Palma, en evitación de que el fuego penetrara en La Caldera de Taburiente. Las malas experiencias nos han servido de muy poco, vean si no los lamentables estados en que han quedado ahora Gran Canaria y Tenerife.
Sin duda, también es bonito ver como queda en la foto el Presidente del Gobierno de Canarias, dando ánimos a la población y trasladando el mensaje de que esto no afectaría al turismo, principal y prácticamente única fuente de ingresos de las Islas, pero la realidad es la realidad. Ojala Sr. Rivero tenga usted razón, pero no es nada fácil. Si le pediría que vaya un poco más allá y que se moje, para que en Canarias no se siga actuando de la forma irresponsable que se viene actuando, machacando el Medio Ambiente y propiciando el Cambio Climático. Y digo que se moje, porque hay que mojarse para frenar a esos empresarios tan acostumbrados a actuar sobre nuestro territorio de cualquier forma en su propio beneficio, que montarían en cólera por ello.
Señor Presidente del Gobierno de Canarias, tenemos muy poco para vender en las islas y carecemos de materias primas, prácticamente nuestro sostén es el turismo y la abandonada agricultura, recuperémosla. Mimemos el Medio Ambiente y el Medio Natural, que es lo que los turistas vienen buscando a Canarias, y tratemos de conseguir, como sea, una soberanía alimentaria para nuestras Islas, algunos países ya lo están haciendo. De esta manera sí actuaríamos inteligentemente y no como se viene haciendo, con actuaciones disparatadas que deterioran gravemente el Medio y propician ese Cambio Climático que nos está pasando facturas. Ahoradebe prohibir, de forma tajante, que ni un solo metro cuadrado de los quemados, sea utilizado para otros fines que no sean su propia reforestación, con lo que también conseguiría castigar a posibles pirómanos interesados.
Hay demasiadas obras en ejecución y/o en proyecto en estas Islas Canarias, totalmente innecesarias y tremendamente devastadoras, que hay que abortar de forma responsable. De entre ellas, quiero hacer referencia de nuevo a una que generaría unos gravísimos efectos negativos de carácter irreversible, que aún estamos a tiempo de parar. Me estoy refiriendo al proyecto del puerto de Granadilla, proyecto que, además, es un disparate técnico de considerables dimensiones. Don Paulino Rivero, si de verdad quiere usted apostar por el futuro de Canarias, no apoye obras con connotaciones tan negativas y tan alejada del interés general de la población como esta, tenga las presiones que tenga.
* Candido Quintana
Presidente de la Plataforma de Defensa del Puerto de Santa Cruz