Era sábado, 23 de julio, y Jaime Cortezo Massieu me envió un mensaje en el muro diciéndome "me gustaría ver un artículo tuyo que hablara del tamaño de la envidia en Lanzarote, y el retraso que esto ha supuesto en el ...
Era sábado, 23 de julio, y Jaime Cortezo Massieu me envió un mensaje en el muro diciéndome "me gustaría ver un artículo tuyo que hablara del tamaño de la envidia en Lanzarote, y el retraso que esto ha supuesto en el desarrollo de la Isla."Me sorprendió su propuesta pero, a la vez, la consideré acertada. Es lo que decimos todos aquí, en los cabildos de los bares y las esquinas.
Antes de seguir, es importante que nos situemos en que Jaime Cortezo es el propietario, o representante de los propietarios del islote del Francés, lo que llamamos "la Rocar". También es necesario precisar que, el Plan General de Arrecife de 1991 recalificó el suelo del islote, que, como dije es propiedad privada, calificándolo como Sistema General de espacios libres. El PGOU referido previa la obligatoria compensación pero como el Ayuntamiento no ha sido capaz de provocar el desarrollo de ciertos planes parciales, la compensación a los dueños de "la Rocar" no se ha realizado y los propietarios han solicitado que se les expropie, por un valor que sería prohibitivo para el Ayuntamiento, o establecer un convenio urbanístico por el cual se compense a los propietarios.
Pues bien, desde, por lo menos, cuando Elizabeth de León era alcaldesa, año 1998, estamos "pa'trás y pa'lante" con ese tema, y nada. Así que los propietarios, personalizados en el señor Cortezo, han acudido a los tribunales para reclamar que el ayuntamiento les expropie el suelo, para hacer un parque, que es lo que el Plan General de Ordenación vigente permite hacer en el islote del Francés.
Por lo que he podido saber, el catastro de Arrecife valora el suelo privado del islote del Francés en más de 20 millones de euros (la propiedad dice que unos 70 millones) y, por ello, sus propietarios pagan anualmente al Ayuntamiento unos 30.000 euros de IBI. Otra cosa sería el valor de mercado y/o el justiprecio que, en su caso, estableciera la autoridad competente. Pero, aún así, en ese espacio de su propiedad no pueden construir nada. Bueno, sí, un parque público.
Por todo ello, los propietarios, tratando de encontrar una solución, y sabiendo cómo son aquí las cosas, en 1999 invitan a la corporación municipal a ir a Miami para ver un emplazamiento similar, a fin de ver un posible proyecto para el Islote. En la expedición, además de la entonces alcaldesa, Manuela de Armas (entonces de CC), estuvieron Segundo Rodríguez (PSOE), Isabel Déniz (entonces del PIL), Pedro de Armas (entonces CC) y Juan Ferrer (CC), entre otros. A la vuelta, nada.
Han pasado 13 años y todo sigue igual. Si bien, cierto que el proyecto Plan General de Ordenación de la época de Isabel Déniz, que el PSOE y el PIL tiraron a la basura, daba una solución, favorable para el Ayuntamiento y que se estaba negociando con la propiedad. Pero, ya sabemos: Lanzarote. Aquí no se hace nada. Si lo propone Isabel Déniz, Carlos Espino, Enrique Pérez y Dimas Martín dicen: NO. Si, ahora, Cándido Reguera propone un "icono", pues, lo mismo: Manuel Fajardo (CC) y José Montelongo (PSOE), dicen: NO.
Mientras, pasa el tiempo y, si nos descuidamos, el Ayuntamiento va a tener que expropiar forzosamente a los propietarios de "la Rocar" por una cantidad que no me atrevo ni a citar. Lo que sí digo es que supondría hipotecar a Arrecife durante más de 10 años.
Está bien que nos lo recuerde y nos lo recrimine alguien de fuera, para ver si nos da un poquito de vergüenza y los que mandan, los que deciden, se dejan de hacer política barata, que así nos va. Aquí, pocos conozco, que sentado en sillón consistorial, la vista le llegue a más longitud que cuatro años. Luego nos quejamos de que los majoreros y los palmeros arrasan por los mejores cargos en el Gobierno de Canarias, y de que se llevan todas las perras. Este es el padecer de nuestra absurda forma de hacer política.
Cuando quieran, yo les organizo un cursillo en La Palma sobre el arte de la política, al menos en cuanto a ostentar poder y conseguir que se destinen recursos económicos para realizar los proyectos e infraestructuras que una isla como la nuestra, parecida, en todos los órdenes, a La Palma o Fuerteventura, son necesarios. Pero, hablamos de alta política. De qué se supone debía pensar y hacer aquel o aquella que, yendo en una lista electoral, el pueblo, a veces sin conocerle de nada, le sienta en un sillón del Parlamento de Canarias, del Cabildo y de cualquiera de los siete ayuntamientos de la isla.
Hace años escribí un artículo en un semanario local. Era el año 1989, más o menos. No recuerdo el tema pero, en su contexto, decía que Lanzarote es una isla ingrata. Ello, en su momento, generó problemas con periodistas, políticos, opinadores y líderes sociales de la época. Recuerdo conversaciones al respecto con Pancho San Ginés, que ambos éramos consejeros del Cabildo en ese entonces, y con Mario Alberto Perdomo. Ambos trataban de hacerme notar que, siendo cierto, eso no lo puede decir públicamente un consejero del Cabildo.Bueno, yo no estaba de acuerdo con ellos, así que después de este, igual pronto, volveré a escribir algo parecido alrededor de lo parecido.
Lorenzo Lemaur Santana
P.D.: Por cierto, lo mismo que con la Rocar, ídem de ídem con Garavilla, Almacén de los Betancores, Salinas de Naos, Palacio de Congresos, etc., etc. La clave, un nuevo Plan General de Ordenación de Arrecife, con altura de miras. Bueno, eso además del Plan Insular de Ordenacióny el Plan Territorial Especial de Ordenación Turística, entre otras cosas.